¿Cuál es la vestimenta típica de las hijas del diablo? ¿Alguien en la calle puede decir de ti que eres una hija de Dios por como vistes o pasas desapercibida como una hija de Satanás?
Si Dios no cambia (Malaquías 3:6) ¿Por qué tú sí? ¿Por qué vistes como las hijas del enemigo? ¿Por qué maquillas tu rostro igual que los hacen las inconversas? Esto les advirtió Dios que haría a las hijas de Sion:
Isaías 3:16-24
Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies; por tanto, el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sion, y Jehová descubrirá sus vergüenzas. Aquel día quitará el Señor el atavío del calzado, las redecillas, las lunetas, los collares, los pendientes y los brazaletes, las cofias, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos, los anillos, y los joyeles de las narices, las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas, los espejos, el lino fino, las gasas y los tocados. Y en lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez; y cuerda en lugar de cinturón, y cabeza rapada en lugar de la compostura del cabello; en lugar de ropa de gala ceñimiento de cilicio, y quemadura en vez de hermosura.
Hermanas, Dios quiere que vistan para Él, no para ustedes mismas. Dios no quiere que sean como las hijas del mundo, quiere que haya una diferencia entre su pueblo y el mundo.
Romanos 6:12 y 13 dice:
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
Satanás es muy astuto y susurra a tus oídos que estas fea sin maquillaje, que pareces vieja si no tiñes tus cabellos, si no vas a la peluquería o te haces manicure; pues nada de esto haces para Dios ¿O si?. Dios te hizo tal cual debías ser, no se equivocó al darte el cabello que tienes o el color de tu piel, o el tamaño de tus labios, o el color de tus ojos, pues Dios no comete errores (Salmos 18:30). En su palabra Dios dice:
1 Pedro 3:3-4:
Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
Alguna me dirá: "pero en la Biblia no hay nada acerca de teñirse el pelo, ningún versículo". Es cierto, como tampoco habla de ir a la peluquería a hacerse un brushing o un alisado con queratina, etc. Pero Dios dice que la vestimenta, que el adorno no sea el externo sino el interno. Es obvio que no dice de esas cosas porque no existían en los tiempos de los profetas y apóstoles, pero eso no significa que Dios haya cambiado. Dios no se "moderniza" porque es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13:8), así que hermanas repito mi pregunta:
¿Si Dios no cambia, por qué tú sí?
S.Juan 14:22-24
Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
jueves, 25 de abril de 2013
Ser extranjero
Cuando eres extranjero en otro país tienes dos opciones, te adaptas e imitas las costumbres y maneras de las personas de ese país o continuas viviendo como si aún estuvieras en tu país de origen. El apóstol Pedro nos dice que debemos actuar como extranjeros y peregrinos, como quien tiene otras costumbres:
1 Pedro 2:11-12
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
Todo cristiano que habita en el mundo no debe imitar las costumbres del mundo, pues no somos del mundo (Juan 17:14-17). Somos meros moradores, no pertenecemos al mundo, porque nuestra ciudadanía está en los cielos (Filipenses 3:20). Su palabra dice:
Santiago 4:4
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Hermanos habitemos en este mundo como si ya estuviéramos morando en el cielo con Dios, como gozando de la ciudadanía de la que habla Pablo en Filipenses. Vivamos conforme a los designios de su palabra, para obedecerlos como hijos de Dios.
2 Timoteo 3:16-17
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
1 Pedro 2:11-12
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
Todo cristiano que habita en el mundo no debe imitar las costumbres del mundo, pues no somos del mundo (Juan 17:14-17). Somos meros moradores, no pertenecemos al mundo, porque nuestra ciudadanía está en los cielos (Filipenses 3:20). Su palabra dice:
Santiago 4:4
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Hermanos habitemos en este mundo como si ya estuviéramos morando en el cielo con Dios, como gozando de la ciudadanía de la que habla Pablo en Filipenses. Vivamos conforme a los designios de su palabra, para obedecerlos como hijos de Dios.
2 Timoteo 3:16-17
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
domingo, 7 de abril de 2013
Dios no te quita tu carga, las coge.
Dios no quita tu carga, las coge.
Acompáñenme a la lectura de 1° Crónicas 4: 1 al 10. En este pasaje
encontramos la historia de Jabes, que está narrada en sólo dos versículos, los
versos 9 y 10.
La escritura nos dice de Jabes lo siguiente:
·
Era un hombre
ILUSTRE,
·
Su madre le dio
a luz en dolor
·
Oró Jabes al
Señor y Dios le concedió su petición
La palabra ILUSTRE, en el original significa “peso”. No debemos olvidar que Jabes fue un Príncipe de la casa de
Israel, por lo tanto, el peso al que se refiere la palabra Ilustre es al de su
Testimonio de vida, es decir, como condujo su vida delante de Dios.
Jabes llegó a tener “Peso” o ser “Ilustre” como lo describe la Palabra y
para que la Biblia nos describa a Jabes como un hombre de Peso, significa que él
logró vencer las circunstancias y adversidades por las cuales Dios le hizo
pasar ¿cómo lo hizo?, pues bien el verso 10 nos da la respuesta, en ella leemos
la oración que elevó al Señor, en la
cual claramente nos muestra que Jabes no confiaba en él (en sus habilidades o
destrezas) sino que él confiaba en Dios para poder triunfar y librarse del mal.
Las personas (y en ellas incluyo a los creyentes), siempre consideramos
“Peso” como algo negativo como una carga que debemos llevar, tales como: un
matrimonio mal constituido, los problemas
de ser padre, una enfermedad, etc. Pero dentro de todos esos pesos, que
pueden ser muy legítimos, hay pesos que tenemos que los creyentes debemos dejar,
porque pertenecieron a nuestra vida pasada, aquella vida que Dios borró por
medio del sacrificio de Cristo, y esos pesos son:
·
El peso del
Pecado,
·
El peso de la
Culpa,
·
El peso del
Pasado, del ayer
·
El peso de una
vida infructuosa en la Carne, etc.
Porque sólo cuando dejamos esos pesos del viejo hombre, de la vieja
naturaleza, es cuando entonces podemos movernos hacia adelante y
alcanzar todo lo que Dios tiene para nosotros.
Es importantísimo que entendamos y comprendamos que desde el momento de
nuestra conversión, el peso del viejo hombre ha quedado sepultado y desde que
nos transformamos en Hijos de Dios, debemos estar conscientes de que cargamos
con un nuevo peso y es el “Peso de su Gloria”, y es por este peso que todos los
creyentes debemos trabajar arduamente
mientras estemos en este mundo.
La biblia nos dice en el libro de Hebreos, capítulo 12:1 lo siguiente:
“…despojémonos de todo peso y pecado que nos asedia, y corramos
con paciencia la carrera que tenemos por delante.”
El problema que tenemos muchos cristianos hoy en día, es que llevamos
peso innecesario. Pensamos en estos pesos como las cargas que Dios permite que
llevemos, los cuales nos quitan el derecho a tener el éxito espiritual en nuestras
vidas y por ende nos quita bendiciones.
Es por esta causa que muchos cristianos le reclaman a Dios, diciéndoles
¡cuándo será el día, ese gran día cuando puedan salir de los problemas! Y no
entienden que no es el peso de los problemas lo que le da al creyente derecho a
la victoria, sino que es tu FE y mi FE en medio de los problemas lo que nos
trae el Peso de Gloria a nuestra vida. Ese es el verdadero peso que Dios quiere
que tú y yo tengamos.
Por lo tanto, debemos ejercitarnos en eliminar todo peso innecesario.
Quizás hoy llevas cargas con condenación innecesaria, culpas innecesarias,
presiones innecesarias, cargas con personas que no deberías estar cargando. Recuerda
que todo peso innecesario es cargar con todo lo que Dios ya te perdonó, aunque
debo aclarar que esto no significa que Dios te quite las consecuencias por tu
pecado. Es importantísimo que comprendes
esto (Dios no quita la consecuencia de tu pecado), así que cuando te veas
confrontado a lidiar con esta consecuencias y mantienes tu FE en medio de ellas,
entonces Dios te dará el derecho a la Victoria, trayendo como recompensa “el
Peso de su Gloria”.
En 2° Corintios 4:6 dice:
“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es
el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de
la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”
En 2 Corintios 4:16 al 18, Pablo también dice:
“…que mientras el hombre exterior se va desgastando, el interior se va
renovando. Dice que la tribulación es leve y momentánea, y produce en nosotros
un cada vez más excelente y eterno peso de gloria
No mirando lo que se ve, sino lo que no se ve, porque lo que se ve es
temporal, más lo que no se ve es eterno”
Lo grande de nuestro conducir en este mundo, es que le decimos a Dios
que nos quite las cargas, nuestro peso, cuando en ningún momento Dios quita las
cargas, sino que las recibe.
Dios dice en el Salmo 55:22
“Echad vuestras cargas sobre mí y Él te sustentará”
Cuando el salmista dice: Echad vuestras cargas sobre mí, dice claramente
que Él no la quita, pero sí Él las coge. ¿Queda claro? Si no le das tus cargas,
tú deberás cargarlas solo. No pienses
que Dios te las va a quitar. No. Dios las cogerás, cuando tú decidas
entregárselas primero.
Tu vida no está trabada, ni moras en el infierno.
Hermano, que tu Vida no está trabada, cualquiera que sea la tribulación
y angustia por la que pases, no está estancada. Jesús prometió que desde
tu interior correrán Ríos de Aguas Vivas,
por lo tanto escucha lo que Dios tiene que decirte.
No debemos olvidar que cuando el hombre siembra, (en cualquier sentido
de la palabra), cuando lo que tú haces no produce los resultados que debería
producir, debes entender que hay algo que alinear con Dios, hay algo que
arreglar, hay algo que corregir. ¿Verdad?
Dios le prometió a su pueblo una tierra que fluía
leche y miel, la tierra de las promesas, o más conocida como la tierra
prometida. Abraham sabía que, cuando él llegara al lugar correcto, y se
alineara en TODO con Dios, y estuviera en el momento correcto, es decir, en el
tiempo del Señor y no en el tiempo que él determinara, la tierra iba a
responder correctamente.
Si hay algo hoy en tu vida que no está respondiendo
como debería responder, tienes que buscar en dónde te has desalineado con Dios,
qué cosa no estás haciendo correctamente, para comenzar a alinearte nuevamente,
porque la promesa de Dios para tu vida es que él te ha dado una tierra que
produce leche y miel. (Job 36:11)
Cada acción que tú hagas, la tienes que hacer por
FE, bajo la revelación de Dios, y esperar los resultados que Dios te ha
prometido y, si no los estás teniendo, debes comenzar a buscar.
No aceptes el fracaso como parte de la voluntad de
Dios para tu vida. Acepta el fracaso como una corrección. Algo no hiciste bien.
Algo no miraste bien. Quizás no consultaste con Dios, quizás no era lo
correcto. Pero algo te tiene que enseñar el fracaso, para tú poder arreglar tu
vida y ordenar tu vida.
El problema de muchos de nosotros, es que no
aprovechamos los fracasos de nuestra vida para alinearnos con la voluntad de
Dios. Es por esta razón que Sufrimos. Pero tú hermano, debes ser como Abraham,
debes saber que Dios te prometió una tierra que fluye leche y miel, una tierra
que, cuando tú siembres, va a producir, una tierra que va a reaccionar
correctamente a tus acciones.
Abraham no recibió inmediatamente esa tierra, él
tuvo que pasar por un proceso de aprendizaje para poder obtener esa
promesa, para poder llegar a ese nivel de bendición, donde todo lo que hacía le
salía bien. Tuvo que pasar por un proceso de desarrollo espiritual.
En Génesis 22, se nos narra el momento en que
Abraham, en obediencia a Dios, va camino a sacrificar a su hijo Isaac, quien le
pregunta dónde está el cordero para el holocausto, a lo que Abraham responde:
Dios se proveerá de cordero. Unos versos más adelante, luego de que Dios
detuviera a Abraham de sacrificar a su hijo, dice que Abraham alzó sus ojos y,
a sus espaldas, había un carnero. Si aquel carnero estaba a sus espaldas, significa
que Abraham ya había pasado por aquel lugar. ¿o no? y ¿Cuántas veces tú
has pasado de largo de la bendición que Dios tiene para tu vida? ¿Cuántas veces
tú has caminado, y has pasado de largo de la provisión que Dios tiene para ti?
El carnero estaba trabado. Quizás tienes un negocio
trabado, un matrimonio trabado, hijos trabados. Hay cosas que, en tu caminar,
se han trabado, y tú piensas que son graves problemas para ti, pero en realidad
es todo lo contrario. Lo que está trabado no es tu vida. Lo que está trabado es
la bendición y la provisión de Dios, y tiene que haber un momento en que tú lo
realices, y vayas y la desates
Quizás estás deprimido porque Dios te prometió algo
y, en vez de tú ver las cosas mejorar, las ves retrocediendo. Los tiempos se
alargan, y tú estás en espera. Pero son los locos que creen la palabra, y
dicen: si él lo dijo, él lo va a hacer; los que alcanzan a ver la promesa de
Dios cumplida en sus vidas, son los que triunfan.
La pregunta es: ¿Eres tú capaz de permanecer en la palabra que
recibiste? ¿Cuántas veces tú habrás renunciado unos segundos antes de que se
cumpliera la palabra de Dios?
Pablo
decía, en Hechos 2: No seré conmovido. Pueden venir problemas, dificultades, pero
no seré conmovido. Que nada te mueva del lado de Dios. En el mundo te pueden
abandonar, sí, puedes perderlo todo ¡sí!, pero en ti está el poder de
Dios, que puede decir como Pablo: Nada
me va a conmover. No hay nada que me mueva de la fe que yo he tenido.
Pablo
termina diciendo: Porque no dejarás mi alma en el Hades. Lo vuelvo a
recalcar, PORQUE NO DEJARÁS MI ALMA EN EL HADES. ¿Cómo? ¿Pablo tenía su alma en
el hades?, sí tal como lo lees. Es decir, su sufrimiento por Cristo era a
tal extremo, que aunque sabía que era hijo de Dios, su alma sufría como en el
infierno mismo. Por lo tanto, esto nos enseña, que en algunas ocasiones
nuestras almas vivirán un infierno y no por ello eres un bastardo a los ojos de
Dios. Hay muchas personas en la iglesia que sienten que su alma está en el
Hades. Y muchos cristianos en el mundo están sufriendo como en el Hades,
pero recuerda que el espíritu de TODO CRISTIANO está con Dios, porque le
han creído, le han aceptado, y son salvos, aunque sus almas estén en el Hades.
O sea, sus almas están en ese lugar de angustia, de dolor, de tristeza, de
amargura, esperando que algo suceda, y están sobreviviendo, pero sus almas
están en ese lugar de encierro, de preocupación, donde ven el tiempo pasar, y
no ven nada ocurriendo, y piensan que nada está pasando.
Quizás tu
alma hermano hoy ha caído en el Hades, por un posible divorcio, por un
problema financiero, por un problema con tus hijos o por un pecado no confesado.
Y el punto no se trata de tu salvación porque, si tú le entregaste tu vida al
Señor, y has creído en la sangre de nuestro Señor Jesucristo para salvación de
tu alma, dice la palabra del Señor que eres salvo. Pero tu alma necesita hacer
esa transición, necesita ser libertada, necesita salir del Hades y así ser
perfeccionado para Cristo Jesús.
Todo
aquel que reciba la palabra de Dios, la CREA y persevere en ella, tendrá la
certeza y la seguridad de que su alma no va a quedar en ese infierno para
siempre.
Hay
personas que saben lo que es que su alma esté en un infierno de culpa, de
condenación, de maldición, en un infierno de abandono, en un infierno de
rechazo, en un infierno de fracaso, donde la mente los bombardea por todas
partes y Satanás susurra en tus oídos que Dios te ha abandonado. Ejemplo
tenemos en el Antiguo Testamento del Job, el cual siendo justo, tanto el que
mismo Dios decía de él: Y Jehová dijo a
Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la
tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Pero Dios tenía provisto que Job pasara por prueba,
perdiendo todo cuanto Dios le había dado incluyendo la vida de sus hijos para pulir
su alma y hacerla preciosa ante Él. Al final del libro vemos como Job entendió
que no hay más justo que el Altísimo Dios y que nosotros somos sólo polvo y
ceniza. Y es luego de todo ello que Dios restauró a Job y le duplicó todo
cuanto tenía antes.
El verso
que dice: Porque no dejarás mi alma en el Hades. No se trata de que
vayas a irte al infierno, pero es que no hace falta irse al infierno para
vivirlo, como tampoco hace falta irse al cielo para experimentarlo. La promesa
de Dios para los que perseveramos en la palabra es que nuestra alma no va a
permanecer en el Hades. ¡CREELO!
Cristo
descendió al Hades, porque Dios le había prometido que lo iba a sacar. De la
misma manera, hoy Dios quiere librar tu alma del Hades. El infierno que has
estado viviendo, en tu alma, va a terminar como le pasó a Job. El poder que
levantó a Cristo de los muertos, ese mismo Espíritu Santo, desciende sobre ti,
y te liberta de la opresión. No tienes que seguir viviendo en ese infierno. No
tienes que seguir pasando tus noches sin dormir. Si tú eres capaz de recibir
esta palabra, ponerla en tu interior, y permanecer, tu alma hoy saldrá del
Hades, del infierno, del pasado, del ayer, de la escasez, de la pobreza. Hoy tú
serás libertado. Oye la voz de Dios cuando en su Palabra dice: De seguro
conviene que se diga a Dios: He llevado ya castigo, no ofenderé ya más; Enséñame
tú lo que yo no veo; Si hice mal, no lo haré más. (Job
34:31)
La
promesa del Espíritu Santo no es para los que un día oyeron el evangelio, sino
para los que lo recibieron, los que han creído, y han perseverado. ¡Recuérdalo!
miércoles, 3 de abril de 2013
Vivir demanda sabiduría
Vivir demanda sabiduría
Necesitamos
sabiduría para vivir. Por ejemplo, la Biblia aconseja a los maridos que amemos
a nuestra esposa sabiamente. No dice que tratemos de entenderla, sino que la
amemos. Ese es un consejo sabio porque muchas veces ni ellas se entienden, por
lo que debemos concentrarnos en amarlas.
Hay que
adquirir sabiduría para relacionarnos, para administrar, para gobernar y para
tomar decisiones conforme a la moral. Todos tenemos la capacidad para ser
sabios, así que no llames tonto a nadie, porque Dios, en Su infinita sabiduría,
ha creado solamente personas inteligentes, capaces de aprender. Mateo 5:22
La
sabiduría es indispensable para la vida. Por fe es posible alcanzar grandes
objetivos que podrían estropearse por falta de sabiduría. He visto muchos
milagros de sanidad que luego se pierden porque no hubo sabiduría para cuidar
la salud que se recibió. También he visto empresas que han crecido por fe, pero
que luego se pierden por falta de sabia administración.
Aprendamos a ser sabios para retener nuestras promesas cumplidas.
Algunos conceptos importantes:
El principio de la sabiduría es el respeto y el temor de Dios, además, debemos comprender que el punto de partida para ser sabios es reconocer que nos hace falta el entendimiento que debemos pedir al Señor, quien es sabio y puede enseñarnos. Lo contrario a la sabiduría es la necedad, insensatez y estupidez.
También es
importante descubrir que debemos pedir la sabiduría específica para el momento
que vivimos. No debes pedir: “Señor ayúdame a ser sabio”, eso es muy general y
ambiguo, pídele sabiduría para restaurar tu matrimonio, para comprender a tus hijos
o sacar adelante tu empresa, ya que la sabiduría no es algo abstracto, sino un
don que debe aplicarse en situaciones concretas. Salomón, por ejemplo, pidió
sabiduría para gobernar, no para “ser sabio en todo”.
Otro
aspecto relevante es aprender a buscarla y encontrarla porque está en todo
lugar. Incluso los necios, según la Palabra, ¡pueden mostrar sabiduría cuando
callan! Así que debemos buscarla e imitar la conducta de quien la tiene.
Especialmente debemos aprender de Jesús, en quien se revelaron todos los
tesoros de la sabiduría.
La sabiduría impone orden y como
consecuencia, trae paz. Por eso es tan importante adquirirla. Sólo los necios
buscan contienda. Deja la necedad y busca la convivencia pacífica con
sabiduría. Toda situación de la vida demanda sabiduría, tanto luchar por lograr
una posición o promoción, como mantenerse en ese puesto privilegiado. Porque
ser sabio no es “saber mucho” sino aplicar ese conocimiento para decidir
correctamente. Por ejemplo, todos sabemos las propiedades del fuego, tenemos
conocimiento sobre su capacidad de calentar y alumbrar, pero ese conocimiento
no nos hace sabios. Lo que realmente nos hace personas sabias es tomar buenas
decisiones para utilizarlo de la forma correcta al ponerlo sobre una mesa para
que ilumine el lugar, o bien, usarlo en la medida exacta para cocinar o brindar
calor. El Señor espera que seamos sabios y lo demostremos al tomar buenas
decisiones en todo momento. Así que ser sabio significa tener la habilidad que
se necesita en el momento adecuado, ya sea para administrar, construir o pelear
la batalla.
Indispensable para ser
Sus discípulos
En Lucas 14:25-33, Jesús
nos da la clave para ser Sus discípulos:
Grandes multitudes iban con
él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y
madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida,
no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no
puede ser mi discípulo. Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre,
no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para
acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla,
todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre
comenzó a edificar, y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la guerra
contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con
diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el
otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.
Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede
ser mi discípulo.
Para
comprender esta Escritura a plenitud, debemos analizar varios puntos. Lo
primero es interpretar correctamente lo que intenta decir respecto a aborrecer
incluso nuestra propia vida y a nuestra familia para ser Sus discípulos.
Realmente, lo que Jesús pide es que le amemos a Él antes que a alguien más.
Claro que debemos amarnos, además de amar y honrar a nuestros padres, de hecho,
hay promesa de bendición para quien lo haga, pero el amor a Dios debe ser tan
grande que el sentimiento por los demás podría parecer aborrecimiento. Eso es
lo que nos pide para ser Sus discípulos.
Además de ser capaces de tomar “nuestra cruz”,
es decir, ser valientes y asumir nuestras responsabilidades.
Su Palabra
es hermosa porque desafía nuestro discernimiento, nos reta a ser sabios y nos
cautiva para que la leamos una y otra vez, hasta que Su presencia invada
nuestras vidas. Él espera que demostremos sabiduría al planificar nuestras
acciones, por eso habla de calcular antes de construir y pensar en la
estrategia antes de la batalla, para evitar la burla de otros. Porque quien no
calcula y planifica demuestra que lo único que posee es necedad. Jesús dice que
solo quienes renuncien a la necedad e insensatez que tienen, y demuestren ser
sabios, podrán ser Sus discípulos.
Nuestra fe
y sabiduría debe reflejarse en los resultados que obtenemos en la vida. Podrán
burlarse porque creemos en milagros y prodigios, pero no de los logros que
alcanzamos, producto de la sabiduría que obtenemos del Señor.
En otras
palabras, es como si Jesús dijera: “No podrá ser Mi discípulo aquel que no
acepte dejar la necedad. Quien quiere ser Mi discípulo debe tener sabiduría
para calcular y planificar”. Creemos que podemos ser necios y ser Sus
discípulos, pero no es así. Y la sabiduría es la única que elimina la necedad.
De la misma forma que en nuestro cuerpo, el músculo es lo único que elimina la
grasa, por lo que debemos hacer ejercicio para adelgazar. Si quieres ser
discípulo del Señor, debes buscar sabiduría para tomar buenas decisiones.
La Biblia
dice que la necedad viene atada al corazón del muchacho, lo que significa que
la sabiduría se adquiere con el tiempo y es producto del aprendizaje. Eso es
evidente con los niños a quienes hay que corregir para que aprendan. Por
ejemplo, si le dices a un niño que no coma tierra, deberás decirle “no” y
corregirlo para que comprenda el mensaje, de lo contrario, insistirá en
hacerlo. Esto es así porque ellos aprenden a través de sus sentidos y necesitan
experimentar. Poco a poco adquieren entendimiento al conectar la corrección con
el consejo que le damos. Si no recibe corrección, crecerá necio, aprendiendo
solamente al experimentar y sufrirá mucho porque necesitará vivir las
consecuencias para saber lo que es bueno y malo. Así que corrige juiciosamente
a tus hijos para ayudarlos a crecer en sabiduría.
Insisto en enfatizar que
sabiduría no es “lo que sabemos”, sino “lo que hacemos con lo que sabemos”.
Sabiduría es aplicar correctamente el conocimiento que poseo. De nada sirve
tener mucho conocimiento si no lo pongo en práctica para beneficiar a quienes
nos rodean.
El balance
justo
Hechos 6:3 aconseja:
Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete
varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes
encarguemos de este trabajo.
Las
personas que sirven al Señor deben ser sabias y llenas del Espíritu Santo. En
el ministerio debe haber unción y milagros, pero también sabiduría para
administrarlos.
Hechos 6:8-10 relata:
Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía
grandes prodigios y señales entre el pueblo. Entonces se levantaron unos de la
sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia
y de Asia, disputando con Esteban. Pero no podían resistir a la sabiduría y al
Espíritu con que hablaba.
En este
pasaje vemos que Esteban, enviado a evangelizar, tenía sabiduría y al Espíritu,
por eso no podían contra él. La sabiduría nos es demandada en todo momento.
En Apocalipsis dice que el Señor es digno de tomar el poder, el reino, las
riquezas y la sabiduría. Así que Él exigirá los frutos que hayamos producido en
esta tierra, le pertenecen porque nos ha dado todo para que los produzcamos.
Aprovecha sabiamente los dones que has recibido porque deberás entregar cuentas
al Señor de lo que has hecho con ellos.
Crecer en
sabiduría
Lucas 2:40 dice sobre Jesús:
Y el niño
crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era
sobre él.
Luego, Lucas 2:52 continúa diciendo:
Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en
gracia para con Dios y los hombres.
Debemos
fortalecernos en cuerpo y en espíritu, tal como Jesús lo hizo desde niño.
Además, debemos aprender y crecer en sabiduría. Nuestro Señor habló con los
sabios a los doce años, no nació sabio, sino que adquirió sabiduría para la
vida que le esperaba. Escuchamos decir que la sabiduría viene con los años y es
cierto, aunque no necesariamente las personas de edad avanzada son sabios. No
esperes a ser anciano para ser sabio, no sabemos cuánto viviremos así que debes
ser sabio ¡ahora! La vida demanda sabiduría en todo tiempo y edad. Cuando
tienes 25 años debes ser sabio y decidir si ya estás dispuesto a trabajar,
dejar de comer, incluso morir para que alguien más sea feliz, de ser así, ya
estás listo para casarte, de lo contrario, te hace falta adquirir más
sabiduría. A veces crecemos en edad pero no en sabiduría y nos encontramos sin
balance, con un saldo negativo que debemos equilibrar. Nuestra vida continúa,
el tiempo no se detiene, cada día somos un poco más viejos, así que debemos
dedicarnos a crecer en sabiduría.
Capacidad para escoger
lo correcto
Isaías 7:14-15 nos
explica que las experiencias adquiridas ayudan a adquirir sabiduría:
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He
aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre
Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger
lo bueno.
La Palabra
profetizaba que Jesús crecería en sabiduría, porque aprendería a escoger lo
bueno y a desechar lo malo. Sabiduría es elegir lo correcto. No es
solamente saber algo, sino hacer algo, hacer lo bueno, según lo que sabemos. Si
sabemos que la grasa es dañina, lo natural es que la desechemos, pero como es
agradable al paladar, nos dejamos llevar por nuestros sentidos y escogemos lo
malo, aunque sabemos que nos hará daño. Sabemos que leer es un buen hábito,
pero no lo hacemos porque requiere concentración y cierto esfuerzo. Tendemos a
sustituir lo bueno por lo agradable o placentero. ¡Eso es necedad! Aprende a
ser sabio y a escoger siempre lo bueno, lo santo y lo correcto.
Colosenses 2:3-4 dice
sobre Jesús:
… en quien están escondidos todos los tesoros
de la sabiduría y del conocimiento. Y esto lo digo para que nadie os engañe con
palabras persuasivas.
Los tesoros
de la sabiduría están en Jesús, el único por quien debemos dejarnos persuadir.
La necedad crece cuando nos negamos a hacer lo correcto, por el contrario, la
sabiduría crece cuando sometemos nuestra voluntad y hacemos lo correcto. La
sabiduría cultiva sabiduría, esta es la expresión más alta de la inteligencia
del ser humano. Preocúpate por adquirir sabiduría todos los días a través de la
experiencia. Esa es la única forma de combatir la necedad.
Nuestra
mente está capacitada para aprender de los errores y almacenar la información
para futuras decisiones. Por eso debemos procurar sabiduría desde jóvenes
porque el cerebro humano, con los años, va perdiendo esa capacidad de registrar
las experiencias en la memoria. La vejez debe ser la mejor época de tu vida
porque te has preparado para ella, trabajando y cuidando tu salud desde
temprana edad. La Palabra dice que Dios tiene en una mano riquezas para el
justo y en la otra, largura de días. Eso significa que Él desea que tengamos
una vejez cómoda y bendecida, fruto de la sabiduría que adquirimos y aplicamos
en nuestra vida.
Antes de
tomar una decisión, evalúa si te hará más necio o más sabio. Pídele al Señor
que te ayude a crecer en Su sabiduría para afrontar la vida con buen juicio.
Prométele que tomarás las decisiones que te hagan sabio y desecharás lo que te
conduzca a la necedad, porque anhelas ser Su discípulo amado y vivir
disfrutando de Sus bendiciones.
1 Lucas 14:25-27: Jesús nos da la clave para
ser Sus discípulos: Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si
alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y
hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo
2 Luca 14:28-32: Porque ¿quién de vosotros,
queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver
si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el
cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de
él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. ¿O qué rey, al
marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede
hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede,
cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones
de paz.
3 En Lucas 14:33: Así, pues, cualquiera de
vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
4 Hechos 6:3 aconseja: Buscad, pues, hermanos,
de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo
y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.
5 Lucas 2:40 dice sobre Jesús: Y el niño crecía
y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.
Luego,
Lucas 2:52 continúa diciendo: Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en
gracia para con Dios y los hombres.
6 Isaías 7:14-15 nos explica que las
experiencias adquiridas ayudan a adquirir sabiduría: Por tanto, el Señor mismo
os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará
su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y
escoger lo bueno.
7 Colosenses 2:3-4 dice sobre Jesús: en quien
están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Y esto
lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
lunes, 1 de abril de 2013
El templo del Espíritu Santo (Tercera parte)
El templo del
Espíritu Santo
Autor: Un siervo del Altísimo.
TEMAS:
1.- Cuidados Espirituales.
2.- Cuidados internos.
3.- Cuidados externos.
¿No sabéis que sois templo de
Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
1a
Corintios 3:16
3.- CUIDADOS EXTERNOS:
Ahora hablaré
de lo externo, lo que presentamos a los demás, no sólo frente a Dios, ya que
nuestros cuerpos (externamente) también deben estar presentables a Dios tanto
en apariencia física (peso) como en vestimenta. Antes de hablar de esto
quisiera partir citando uno de los versos más importantes de la conducta
externa del creyente y que tiene mucho que ver con tomar las costumbres de este
mundo, porque como creyentes hemos sido llamados a ser un pueblo escogido y por
tanto debemos salir de en medio de ellos, eso significa que no debemos imitar
sus formas y maneras. Pablo en su carta a los
Romanos nos dice que no debemos conformarnos a este siglo.
No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:12
La
primera parte de este verso es muy importante, ya que nos habla en imperativo
diciendo !NO OS CONFORMEIS!
Esto no significa
que nos quedemos conformes con lo malo que vemos día a día en este mundo sino
que la palabra "conformar", ésta palabra proviene del latín Conformare
que tiene dos
raíces Con y Formare.
Con es un prefijo
latino que significa Junto,
pero que a su vez
proviene de la palabra Cum que significa “con”. La palabra latina
formare deriva de la palabra latina forma
y esta a su vez
deriva del griego que la cual es la misma palabra forma
que hasta
nuestros días significa lo mismo. Así que podríamos traducir la palabra Conformar
como: “Con
la forma de”. Entonces lo que Pablo nos está diciendo en este
verso es que NO TOMEMOS LA FORMA DE ESTE MUNDO, ya que al no tomar la forma de este
mundo podremos ver y oír con nuestros oídos las cosas encubiertas que Satanás
está poniendo día a día en todos los medios de comunicación, en la ropa,
música, televisión e incluso en nuestra comida y de esta forma evitar copiarla.
Hoy
en día en el mundo todo es acerca de la imagen que le presentamos a los demás o
lo que tácitamente se nos "exige" como habitantes de este mundo. Salomón
nos dice en Eclesiastés (que significa Hombre
de iglesia):
...
vanidad de vanidades, todo es vanidad.
Eclesiastés
1:1
Pensemos
en la palabra VANIDAD; el diccionario de la Real Academia Española de la lengua
lo define como:
(Del lat. vanĭtas, -ātis).
¿Es acaso
usted vanidoso(a) hermano(a)? ¿Se preocupa más de su viejo hombre que de su
nuevo hombre? Vamos por partes del cuerpo y que es lo que nos dice Satanás y
que es lo que nos dice Dios.
a.- El pelo: Estoy seguro que la mayoría
de las hijas de Dios y no pocos hijos de Dios tiñen hoy en día sus cabellos
cubriendo canas o cambiando el color ya que en nuestras sociedades no es bien
visto que unas persona se vea "vieja" al tener sus cabellos canos.
El estereotipo
de belleza actual, con el que nos invaden día a día a través de todos los
medios de comunicación es que para ser bellos hay que ser jóvenes, por ende la
vejez y las canas no pueden existir. Esas son las ideas satánicas contrarias a
lo que Dios dice, pues podemos ver en su palabra que lo que Dios dice es muy
diferente a lo que Satanás dice:
Corona de honra es la vejez que se halla en el camino de justicia.
Proverbios
16:31
Delante de las canas te
levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo
Jehová.
Levítico 19:32
La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la hermosura de los ancianos es
su vejez.
Proverbios 20:29
Su cabeza y sus cabellos eran
blancos como blanca lana, como nieve...
Apocalipsis
1:14
El último verso
se refiere a Dios cuando Juan es llevado al cielo estando en la isla de Patmos
y lo ve en según lo escrito en el libro del Apocalipsis. Entonces, si los
cabellos de Dios son blancos ¿Usted no quiere parecerse a Dios? pues al cubrir
sus canas con tintura lo que está diciendo (de forma tácita) es que no quiere
ser como Dios con sus cabellos blancos. Pues por eso es que Satanás se opone a
ese color de cabello, porque él es nuestro enemigo y quiere que hagamos todo lo
opuesto a lo que Dios quiere.
Ahora bien, no
sé de qué va esa obsesión que tienen muchas mujeres con ser rubias. Déjenme que
les cuente algo acerca del color dorado que no sale en las escrituras
directamente. El dorado u oro, es usado por los satanistas y ocultistas como
símbolo de poder, es el mismo color que usaban los faraones en sus vestiduras y
los gobernantes de las ciudades paganas de la antigüedad, y con las que hacían
imágenes de sus dioses (Éxodo 32). Como el oro era el metal de los dioses
antiguos sólo lo podían usar los sacerdotes, sacerdotisas y/o los emperadores
al autoproclamarse dioses. Ahora, les explicaré algo oculto a los ojos y a la
vez visible ¿Se han dado cuenta cuántos cantantes, artistas y demás personas
del espectáculo se tiñen de rubio y usan oro en sus atuendos y joyas? Pues
bien, les explico el por qué, todos ellos forman parte de los planes del
maligno para controlar a las masas a través de los llamados "Incubus y
Sucubus" que no son otra cosa más que personas con espíritus malignos
morando dentro de ellos y que los hacen ser famosos y súper exitosos. Que
también se conocen como los reptilianos. Esto forma parte del plan satánico para
controlar a la humanidad y hacerlos desviar la vista de las cosas de Dios y
preocuparse de las cosas de este mundo, para así no pensar en la vida venidera.
Muchos de
ustedes estarán pensando que estoy medio loco hablando de “conspiraciones” y
cosas por el estilo (Satanás minimiza todo y la verdad hace que parezca locura
y mentira), pero no es así, este mundo está gobernado por Satanás y sus huestes;
porque luego de ser echado del cielo a la tierra por Miguel y sus ángeles, con
lo cual ya no pudo acusarnos más delante de Dios, lo podemos leer en Apocalipsis
12: 7-12. Así que hermanos, como dice Dios en su palabra: El que tiene oídos para oír, oiga
(Mateo 11:15, 13:9; Apocalipsis 2:11). Hay que estar atentos e
investigar acerca de las armas del enemigo, para así defendernos con la
armadura de Dios (Efesios 6:10-18) y resistir para los tiempos del fin en los
que nos encontramos. No se trata de que se va a ocupar más las cosas que hace
nuestro enemigo que la de Dios, no estoy diciendo eso, estoy diciendo que como
cristiano preparado para la batalla que peleamos a diario debemos conocer
acerca de las artimañas de nuestro enemigo para no caer en ello y así pecar por
omisión.
En la Palabra de Dios dice que la sabiduría y la fe son mejor
que el oro. Aunque el oro tiene un gran valor, al igual que las demás riquezas
materiales, no puede dar vida a los que lo poseen (Salmos 49:6-8; Mateo
16:26), y ninguna cantidad de oro puede comprar la sabiduría verdadera que
procede de Jehová. (Job 28:12, 15-17, 28.) Son mucho más deseables sus
leyes, mandamientos y disciplina que mucho oro refinado. (Salmos 19:7-10;
119:72, 127; Proverbios 8:10.) El oro no podrá librar a nadie en el día de
la cólera de Jehová (Sofonías 1:18).
Muchos pueden decirme que en la Biblia explícitamente no hay
nada escrito sobre teñir el pelo como tal, lo cual es obvio porque las tinturas
de pelo se inventaron en el siglo XX y la Biblia se terminó de escribir
alrededor del 95 d.C. así que es obvio que no dirá específico acerca de eso.
Pero quiero que antes de cambiar el color de su cabello piense en esto: Dios
lo(a) hizo a usted de acuerdo a sus designios, los que siempre son perfectos,
ya que todo lo que Él hace es perfecto. Así que cuando usted cambia algo de lo
que Dios hizo le está diciendo: Sabes Dios, creo que te equivocaste porque yo
debí tener el pelo de otro color, pero no te preocupes porque YO arreglaré tu error. Sí, eso le
decimos a Dios cada vez que hacemos las cosas por nosotros mismos, lo hacemos a
un lado y tácitamente le decimos, no te necesito porque YO puedo hacer esto, no importa si está mal porque YO puedo arreglarlo.
Ahora bien, la
palabra de Dios también nos habla de cómo deben ser los peinados en las
mujeres. Pablo habla en 1a Timoteo 2:9-10 diciendo: Asimismo
que las mujeres se atavíen con ropa decorosa, con pudor y modestia; no con
peinados ostentosos... También Pedro nos habla de lo mismo en 1a Pedro
3:3 diciendo: Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de
oro o de vestidos lujosos. Pero como ya dije anteriormente, no se trata
de que van a andar despeinadas o descuidadas de apariencia, pero su peinado
debe ser con humildad y sencillez honrando con eso a su Padre que está en los
cielos.
b.- El rostro: Se dice
vulgarmente que nuestro rostro es nuestra carta de presentación y de acuerdo a
cómo esté es como nos juzgan los demás. Pero hoy en día muchas cristianas le
aplican “toques” de maquillaje para “mejorar” la obra de Dios. En la Biblia se
nos dice que Jezabel (que perseguía al profeta Elías) se pintaba sus ojos con
Antimonio
Vino
después Jehú a Jezreel; y cuando Jezabel lo oyó, se pintó los ojos con
antimonio, y atavió su cabeza, y se asomó a una ventana.
2ª Reyes 9:30
Jezabel era una princesa
Sidonia (Fenicia) hija de Et-baal rey de dicho lugar. Se casó con el rey Acab
de Israel (el reino del norte). Al pintarse los ojos con Antimonio quería verse
más atractiva y así “engañar” a Jehú, siervo de Jehová que venía a gobernar, pero
no lo logró, ya que terminó su vida siendo lanzada desde lo alto del palacio y
comida por los perros (2ª Reyes 9:33-37).
El Antimonio
fue usado como maquillaje en la antigüedad al igual que el plomo y o el carbón.
Los egipcios mezclaban tierra, cenizas y tintas para pintar sus ojos. En Grecia
y Roma mezclaban yeso, harina de habas, tiza y albayalde (carbonato de plomo),
éste último produce cáncer como sabemos hoy en día. El Antimonio es un elemento
químico semimetálico que tiene un color gris blanquecino azuloso brillante, por
lo que era atractivo para las mujeres. Pero también sabemos por la Palabra de
Dios que los maquillajes y los vestidos de colores vistosos eran usados por las
prostitutas, ya que habla Dios a través de su profeta Jeremías, al referirse al
reino de Judá le habla como a una prostituta despreciada por sus amantes
diciendo:
Y tú, destruida, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana,
aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en
vano te engalanas; te menospreciarán tus amantes, buscarán tu vida.
Jeremías 4:30
Así que
como podemos ver, las mujeres de la vida fácil usaban vestidos de colores
vistosos como el rojo intenso (grana), adornos de joyas de oro y pintaban sus
ojos. Claro algunas de ustedes me puede decir ¿Y qué hay de los labiales, de
los brillos, de las rímel o de las bases o rubores para el rostro que no salen
en la Biblia? Es cierto que no se habla nada de eso en la Palabra de Dios, pero
es obvio que no porque no existían todos esos productos en el tiempo en el que
la Biblia fue escrita, pero Dios si habla acerca de quiénes usaban el
maquillaje y quienes se vestían de forma llamativa. Con respecto a esto
volvemos a lo mencionado con anterioridad con respecto a cambiar nuestro
aspecto, pues al cambiar su aspecto hace dos cosas:
1.- Le
dice a Dios que se equivocó al hacerla y que le faltó más color en sus mejillas
o que su piel es imperfecta, que sus pestañas son cortas y necesita unas más
largas, o cejas más definidas, o que sus labios destacan muy poco en su cara
así que necesita labios más sensuales.
2.- Al
maquillarse ¿Se está adornando para usted y no se está adornando para Dios?
Porque ninguna persona se arregla para pasar desapercibido, sino para resaltar
y ser objeto de elogios que ayuden a “mejorar su autoestima”. Además que al
pensar un poco en esto me pregunto ¿Dios inventó el maquillaje o fue el hombre?
¿Quiere verse como las hijas de Satanás o como una hija de Dios?
Un anexo del
rostro son las orejas, que al parecer son tan feas que hay que adornarlas,
según creo es el pensamiento de muchas personas. O quizás piensen que son
trozos de carne y cartílago ideales para colgar cosas.
No haréis tonsura en vuestras cabezas, ni
dañaréis la punta de vuestra barba. Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un
muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová.
Levítico 19:27-28
c.- Piel: Tonsurar es hacer un corte de pelo de tipo ritual
para algún dios, orden o religión. Dios habla de hacerse rasguños o marcas,
perforaciones y cosas de ese estilo, además de tatuajes. Los hijos de Dios no
deben hacer marcas en sus cuerpos ya que va en contra de los designios de Dios.
Los tatuajes son manipulados por Satanás, pues Dios en ninguna parte nos habla
de llevar marcas externas de que somos sus hijos. Efesios 1:13-14 nos habla de
que fuimos sellados con el Espíritu
Santo de Dios. No se refiere que nos dejó encerrados en una parte o que encerró
a su Espíritu en nosotros, sino que nos marcó, como antiguamente se marcaban
los mensajes y las cartas con los sellos de laca que habitualmente usaban como
anillos y con ello probaban que un documento era legal pues iba con el sello de
x persona. Nuestras marcas no son externas, son internas.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo
Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviéramos en ellas.
Efesios 2:10
Somos nuevos
seres, no antiguos, abandonemos la vieja manera de vivir.
d.- Vestimenta: Dios quiere
que nos vistamos del nuevo hombre como dice en su Palabra:
En cuanto a la pasada
manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a
los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y
vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad
de la verdad.
Efesios 4:22-24
¿Cómo vistes al templo
del Espíritu Santo? ¿Lo vistes para Dios o para alguien más? Hermanos y
hermanas, Dios nos manda a vestir con sencillez, vestirnos del nuevo hombre, el
cual no vestirá a la moda, con una camiseta de un equipo x, no con vestidos costosos
de diseñador, o todos ceñidos al cuerpo donde se muestre cada centímetro del
cuerpo.
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
Efesios 5:1
¿Qué vestía nuestro Señor Jesús cuando estuvo en la tierra?
Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus
vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su
túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo.
Juan 19:23
Una túnica sin costura con
un solo tejido de arriba abajo ¿Era ostentoso? ¿Era costoso? ¿La compró por
hermosa? ¿Era de diseñador? Para todas estas preguntas hay un no de respuesta.
Hermanos, Dios no vino a vestirse de rey, siendo Él el Rey de reyes y Señor de
señores, Él es el único que podría haberse vestido con lo mejor porque es Señor
de todo y Creador de todo lo existente, pero vistió con humildad.
Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra
seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para
que le deseemos.
Isaías 53:2
Nuestro Señor nos enseñó con
su ejemplo cómo debemos vestirnos. No significa que se va a vestir con una
túnica en estos días, a menos que vivan en el medio oriente claro, significa
que las vestiduras deben ser sencillas, sin opulencia, que no resalten. Como ya
dije antes, la vestidura hermosa debe ser la interna, la del nuevo hombre como
dice su Palabra.
Los pantalones en la mujer
es un tema que a muchos les produce escozor y disputas entre los mismos
hermanos, pero Dios es claro en su Palabra al decir:
No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá
ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
Deuteronomio 22:5
Y no salgan con lo típico de que el pantalón de mujer lo
compran en la sección de mujeres y no en la de los hombres, ni tampoco con que
los pantalones son nuevos, inventados en el siglo x. Ni menos con eso de que
sale una sola vez en la Biblia, así que por tanto no hay que tomarlo en
cuenta. Hermanos ¿Hasta cuando Satanás
mete ideas diabólicas en las mentes de los cristianos para actuar como hijos
del diablo? Si no le gusta lo que Dios le dice es porque no está haciendo las
cosas que Él dice en su Palabra. Tampoco se justifiquen con eso de que ahora
vivimos en la gracia y no en la ley, así que lo del Antiguo Testamento no es
válido. O que en la Biblia no dice que debe ser de tal o cual forma sólo que
debe ser decoroso y modesto. Sinceramente estoy harto de ver como cristianos
justifican artimañas del enemigo para sus vidas cristianas. Dios lo dice en su Palabra
y no hay más vuelta que darle, se obedece o no. Las hijas del diablo visten de
pantalones, las hijas de Dios deben marcar una diferencia, debe notarse que
visten de Cristo y no del diablo; así que por tanto hermanas vistan como a Dios
le agrada, con un vestido holgado, largo en el que no se vea sus curvas, que
esas curvas sean sólo conocidas por sus esposos y por Dios que las hizo, no por
todo el mundo que las ve vestidas con ropas ceñidas a la usanza antigua de las
mujeres de la vida fácil. Si no les gustan mis palabras lean las que Dios les
dice:
Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra
enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las
Escrituras, tengamos esperanza.
Romanos 15:4
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil
para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra.
2ª Timoteo 3:16
Más vosotros no vivís según la carne, sino según
el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no
tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en
verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la
justicia.
Romanos 8:9
¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado
para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al
pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
Romanos 6:1-2
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo
mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado
como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como
vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de
justicia.
Romanos 6:12-13
Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Juan 14:15
No améis al mundo, ni las cosas que están en el
mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de
la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del
Padre, sino del mundo.
1ª Juan 2:15
Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y
víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el
obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de
los carneros.
1ª Samuel 15:22
… Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
Hechos 5:29
Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos
disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre
de los espíritus, y viviremos?
Hebreos 12:9
… como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que
antes teníais estando en vuestra ignorancia…
1ª Pedro 1:14
Hermanos ya
basta de estar tratando de adaptar la Palabra de Dios a nuestro gusto o
conveniencia. Nuestro Dios nos demanda obediencia y es lo que debemos hacer. El
mundo es el dominio de nuestro enemigo el diablo, y Dios nos llama salir de en
medio de ellos (Jeremías 50:8). Dejemos los rudimentos del viejo hombre, las
cosas de este mundo y procuremos agradar a nuestro Salvador con nuestra vida
por completo, no seamos cristianos a medias, Dios dice en su palabra hablando a
la iglesia de Laodicea:
Yo conozco tus
obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero por
cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Yo reprendo y
castigo a todos los que amo; sé pues, celoso y arrepiéntete.
Apocalipsis 3:15-16 y 19
Así que hermanos dejemos las usanzas del mundo
y vivamos como hijos de Dios celosos de obedecerle en todo.
Todo me es lícito, pero no
todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
1ª Corintios 10:23
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