martes, 25 de junio de 2013

Mentalidad de damnificado

S.Juan 5:39

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;

Cuando estudiaba en la univerdidad tuve un profesor que nos dijo esto una vez:

"Ustedes tienen mentalidad de pobre damnificado; porque cuando se les cae la casa y los entrevistan no dicen: Perdí mi casa y necesito si alguien me puede donar madera, clavos, un serrucho y un martillo. Todo lo contrario dicen: necesito una casa (que se lee entre líneas que la quieren hecha completa), y cuando les ayudan a levantar una casa nueva, se quedan esperando a que se lo levanten mientras ellos miran de brazos cruzados"

Lamentablemente la cristiandad de hoy está igual, esperan que les den todo hecho, que quienes son los ancianos o pastores les den la solución de todos sus problemas, quieren formulas que no acarren esfuerzo para solucionar sus vidas. Buscan soluciones fáciles y rápidas. Esperan que quienes administran las congregaciones les den el alimento espiritual mientras están cómodamente sentados. Los cristianos de hoy ya no escudriñan la palabra de Dios. Lo peor de todo es que se conforman con lo que les entregan en la congregación y ni siquiera verifican si lo que les dijeron era cierto. Todo cristiano debe ser como los judíos de la sinagoga de Berea (Hechos 17:11-12). Dios nos manda en su palabra diciéndo:

1 Tesalonicenses 5:21

Examinadlo todo; retened lo bueno.

El cristiano de hoy dejó de leer la palabra de Dios, dejó de obedecerla porque no la conoce, dejó de tener sabiduría porque ya no le temen a Dios.
Proverbios 1:7

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

Proverbios 9:10

El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.

El mundo nos enseña de soluciones "fáciles y rápidas". Vean los By pass gástricos, todos los gordos quieren dejar de ser gordos sin hacer ejercicio, sin esfuerzo y por eso se "corchetean" el estómago, para así dejar de comer y adelgazar porque no quieren hacerlo con esfuerzo. Nosotros no debemos vivir a la manera del mundo, no debemos imitarlos (Romanos 12:2). La palabra de Dios nos dice:

Salmos 31:24

Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón.

El mismo Señor Jesús cuando caminó como hombre en la tierra nos dijo:

S.Juan 16:33

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

S.Juan 6:27-28

Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre. Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?

Debemos TRABAJAR para Dios y esta debe ser nuestra pregunta constante: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Debemos trabajar y esforzarnos en la vida cristiana. Dios no es un genio de la botella que nos va a dar todo con solo frotar una lámpara.

No podemos mantener la biblia cerrada, nuestras rodillas paralizadas (Hebreos 12:12-13) y esperar que nos vaya bien en la vida. Si no obedecemos a Dios, porque no sabemos qué quiere, pues nunca escudriñamos su palabra ¿Cómo recibiremos el bien de Dios? Si no practicamos sus obras ¿Cómo vamos a recibir apoyo de Dios?

Isaías 32:17

Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.

Dios te bendiga.

lunes, 24 de junio de 2013

¿Chismes cristianos?

Levítico 19:16

No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová.

En nuestra naturaleza humana existe un rasgo que todos detestamos en otros pero que muchas veces es un rasgo "característico" de nuestra propia persona. La Palabra de Dios dice:

Proverbios 11:13

El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.

Proverbios 20:19

El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.

A Dios no le gustan los chismosos, ni menos que nos juntemos con ellos. Alguno se preguntará ¿Qué tiene de malo uno que otro chisme? Los chismes dividen, generan conflictos dentro de los grupos y Dios no quiere eso para su pueblo. Su palabra dice:

Romanos 16:17-18

Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.

Si no prestamos oídos se acaban los chismes, pero los chismosos se perpetuan en el tiempo porque hay orejas que oyen esos chismes ¿Qué quiere Dios de sus hijos?

Salmos 15:1-5

Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?  El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.  El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino.  Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, Pero honra a los que temen a Jehová. El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;  Quien su dinero no dio a usura, Ni contra el inocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

Hermanos, todo esto tiene dos causas:

1.- Lo que hay en tu corazón:

S. Lucas 6:45

El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

2.- y la lengua:

Santiago 3:5-6, 8-12

Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!  Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.  De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.

Así que hermanos para acabar con los chismes dentro de mí, primaramente debo llenarme de Dios y de su palabra, y segundo debo pedirle a Él que controle mi lengua, porque su palabra enseña que ningún hombre puede domar la lengua. Nuestros Dios quiere que cada palabra de nuestra boca sea agradable y sazonada:

Colosenses 4:6

Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.

Necesitamos Dominio Propio que es uno de los frutos del Espíritu (Templanza), pero Pedro nos agrega en su segunda carta:

2 Pedro 1:5-8

vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

O sea que por estar ociosos en las cosas de Dios comenzamos a chismoseas para no "aburrirnos".

Quisiera agregar dos versos más a esta meditación:

S. Lucas 6:46

¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?

Éxodo 24:7

Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.

El Señor les bendiga hermanos.

jueves, 20 de junio de 2013

La venganza

Romanos 12:19

No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré dice el Señor.

La palabra Venganza viene del griego ekdikesis y significa literalmente: Lo que viene procedente de justicia. Es por esta razón por la cual Dios nos dice que no nos venguemos nosotros mismos, ya que en nosotros no hay justicia. Su palabra dice:

 
Salmos 7:11

Dios es juez justo, y Dios está airado contra el impío todos los días.

 
Entendiendo esta verdad desde el contexto del griego ¿Cómo podríamos nosotros aplicar un juicio justo? Ya que la venganza implica justicia que como humanos no tenemos. Es cierto que el Señor nos manda a no pagar a nadie mal por mal (Romanos 12:17); pero tenemos que entender que la venganza no son sólo acciones sino también palabras y pensamientos. Tenemos el ejemplo de nuestro Salvador:

 
1 Pedro 2:23

Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;

 
El Señor Jesús es nuestro ejemplo perfecto que DEBEMOS imitar como hijos de Dios. Si Él encomendaba la causa al que juzga justamente ¿Por qué nosotros buscamos vengarnos por nuestros propios medios?

No pequemos con nuestra mente o nuestra boca. En su palabra leemos:

Salmos 37:7-9

Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades. Deja la ira, y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo. Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
Ni siquiera con nuestros pensamientos debemos vengarnos, porque nuestro Omnisciente Dios lo sabe todo:

Salmos 139:1-4

Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Dejémosle nuestras cargas a él, todos nuestros problemas porque Él pelea por nosotros:

Mateo 11:28

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

 
Éxodo 14:14

Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. 

 
Así que hermanos dejemos todo en mano de nuestro amoroso Dios y nosotros preocupémonos por correr con paciencia la carrera que tenemos por delante (Hebreos 12:1) hasta que nuestra hora llegue y vayamos a su presencia o Él venga a buscarnos en las nubes como prometió.

martes, 18 de junio de 2013

Las Dos Simientes

…y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; ella te herirá la cabeza, y tú le herirás el calcañar. (Génesis 3:15)

Me parece que todos han leído o escuchado el pasaje anterior; y bueno, muchas cosas habremos escuchado respecto de el, o hasta muy pocas; pero cualquiera sea el caso; hasta ahora, son muy pocos los que lo comprenden, y varios que creen entenderlo o dicen entenderlo. Muchas teorías hay, y muchas doctrinas contradictorias. Pero la verdad, la revela el Espíritu de Verdad, como nuestro Señor nos enseñó.

Empezamos:
Cuando el hombre cayó, Dios dijo a la serpiente (diablo): y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; ella te herirá la cabeza, y tú le herirás el calcañar. Ahora yo les pregunto: ¿Quiénes o que son ambas simientes (semillas)? Vamos por partes (y al grano o simiente):

Primero, la simiente de la mujer: ¿Quién o que es la simiente de la mujer?

Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. (Gálatas 3:16)

A Abraham y su simiente fueron hechas la promesas de Abraham, y claramente la simiente de la que habla la Biblia es Cristo, es decir, la simiente de la mujer es Cristo. Esto lo puedes ver en diversos pasajes; y los puedes buscar con atención.

Segundo, la simiente de la serpiente (diablo): ¿Y quien o que es la simiente de la serpiente? Algunos dicen que Caín, otros dicen que la simiente de la serpiente es el anticristo; otros que es el conocimiento del pecado, al haber comido del fruto prohibido, otros dicen que es Judas Iscariote, otros los fariseos, otros los hijos del mal, otros el eslabón perdido, etc. No se tu cuantas teorías has escuchado aparte de las que te menciono, deben haber muchas más. Nuevamente, ¿Y quien o que, es la simiente de la serpiente? La simiente de la serpiente, es la semilla que la serpiente sembró en la mujer (y el hombre); al pecar estos, y no haber creído a Dios; sino haber obedecido a la serpiente (diablo); en el acto del hombre de creer y obedecer los engaños del enemigo, esté sembró su semilla corrupta en la humanidad; y esa semilla o semiente es el pecado. Así es, el pecado, es la simiente de la serpiente.

¿Acaso se me ocurrió a mí esta teoría? No, mira como el apóstol Pablo lo identifica como algo en él, que lo lleva al mal (semilla de Satanás), algo que está en su carne y lo lleva cautivo al pecado en la carne:
De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. (Romanos 7:17-20)

Todos nacemos con el pecado en nuestra carne, herencia de nuestros padres, y de los padres de nuestros padres, y de los padres de los padres de nuestros padres, hasta llegar a Adán y Eva; quienes recibieron el pecado de la serpiente, la simiente del diablo. ¿Y como lo recibieron? Lo recibieron de la misma manera, en que los que hemos nacido de nuevo, recibimos la nueva simiente de Dios es decir, a Cristo: por creer. La humanidad recibió la simiente del diablo por creerle al maligno; y en el evangelio recibimos la buena simiente (Cristo) por creerle a Dios. ¿No es maravilloso, como Dios es perfecto en armonía y justicia?

Adán y Eva, le creyeron a Satanás, y no pensaron que comiendo del árbol del conocimiento del bien y del mal morirían, como Dios lo dijo; creyeron la mentira del diablo (que no morirían) y desobedecieron a Dios; y recibieron la simiente del diablo, el pecado en su carne. Cuando nosotros creemos a Dios, por medio de la Palabra del evangelio; ¿Qué recibimos? La simiente de Dios. ¿Quién es dicha simiente? Sabemos que es Cristo. Ambas simientes están en enemistad, en cada uno de nosotros, los que hemos creído, como dice la Biblia:” y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente”

Mira como vemos lo mismo acá, dicho por el apóstol Pablo:
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
(Gálatas 5:17)

El pecado que mora en la carne, está en contra con el Espíritu del Señor (que mora en nuestro corazón); hay una lucha en cada verdadero hijo de Dios, hay una batalla, una guerra; entre la simiente de Satanás y la simiente incorruptible de Dios. Hay dos naturalezas en nosotros que combaten a muerte. No es así en los que son aún esclavos del pecado, los que no han recibido la buena simiente (la buena semilla que es la Palabra de Dios, quien es Cristo).

Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. (Juan 8:34)

¿Y para que vino Jesús a la tierra?

El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. (1 Juan 3:8)

Jesús nos vino a libertar del pecado, de la simiente de la serpiente que mora en nuestra carne. El aposto Pablo lo ratifica, ya somos libres del pecado:

Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. (Romanos 6:17-18)

Así como hay dos simientes, una de Dios, Cristo; y otra del maligno, el pecado. Y hay dos posiciones o formas de andar, para los hombres:

  1. En la carne: para quienes no tienen la simiente de Dios; o aquellos que si la tienen, pero la tienen guardada en un pañuelo.
  2. En Cristo: para los nacidos de nuevo. Es en la posición que debemos andar, la cual nos libera de la simiente del maligno, el pecado.
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. (Romanos 8:1)

Esto es hermoso; Cristo hizo morir al pecado en la carne, haciéndose semejante a carne; condenó al pecado en la carne. Destruyó la simiente del maligno en el hombre que estaba en la carne. El haciéndose semejante a carne, condenó al pecado en la carne; es decir, le destruyó el hábitat a la simiente del maligno.

Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. (Romanos 8:3-4)

Esto es sabiduría pura de Dios, el pecado ha sido condenado en la carne (al matar la carne, muere la simiente que está en ella); y ya no vivimos por la carne; sino que estamos muertos en la carne, pero vivos para Dios. Cristo vive en nosotros, la simiente de Dios; y esa simiente nos vivifica, de la misma manera que la simiente del diablo nos mataba. La simiente de Dios, Cristo; nos santifica; la simiente del diablo, en la carne; nos destruye.

Nota: La simiente del diablo, el pecado; no es lo mismo que pecados; el pecado produce como "frutos" los pecados; es la fuente y origen en nosotros, de nuestros pecados; es la semilla de los pecados.

Ahora vemos lo importante que es andar y permanecer EN CRISTO, el hábitat natural de la nueva simiente, de la nueva vida; y no en la carne; donde gobierna satanás, a través de su simiente, es decir, el pecado (cuyos "frutos" son los pecados).

¿Y como sabemos cuando andamos en la carne, y cuando andamos en el Espíritu?
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. (Romanos 8:5)

Es claro entonces, donde debe estar y permanecer nuestra mente.

¿Y cual es el consejo del Señor? (algunos ejemplos):

  1. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. (Romanos 8:6)
  2. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. (Romanos 8:12-14)
  3. Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. (Gálatas 5:16)
  4. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. (Gálatas 6:8)
Después de leer los pasajes anteriores ¿A quien le cave duda de cómo debemos andar? Creo que no es necesario agregar más, es clarísimo lo que Pablo nos dice, andemos en el Espíritu, y no en la carne.
Vemos también que cuando dice la Biblia; y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; esa batalla está en cada uno de nosotros; pero en Jesucristo tenemos la VICTORIA, contra el pecado.

¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. (1 Corintios 15:55-57)

Al ser muertos en la carne, estamos muertos a la ley (la ley ya no nos puede condenar dos veces, porque ya lo hizo y morimos en al carne, en Cristo); para pertenecer a nuestro Dios y Señor; y ya no bajo el poder del pecado; podemos libremente servir al Señor. Sólo que debemos permanecer en esa nueva posición celestial y espiritual; EN CRISTO; que ahí (en Cristo) está la victoria; siguiéndolo a El, y no a nuestra carne (mente antigua y carnal; nuestros propios consejos).

También lo podemos ver en el siguiente pasaje; como en la nueva naturaleza en Cristo, dejamos la antigua naturaleza de Adán (nuestra herencia en la carne):

Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. (1 Corintios 15:22)

Volviendo, dice: ella te herirá la cabeza, y tú le herirás el calcañar. La mujer que herirá en la cabeza a la serpiente (diablo) es la iglesia (nosotros); y la serpiente (diablo) herirá a la mujer en su talón.
Miren lo que Pablo escribió a los romanos: 

Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. (Romanos 16:20)

Hay un momento en el cual todos debemos aplastar a Satanás bajo nuestros pies. ¿Increíble?

Bueno el evangelio se trata de CREER la Palabra de Dios; si Pablo se lo dijo a los creyentes en Roma, era porque eso había de ocurrir, y ocurriría en breve, y eso debe suceder en cada hijo de Dios, ya que lo que es nacido de Dios vence al mundo; y por supuesto, al dios de este mundo (o sistema) quien es el diablo.

Veamos como también, el apóstol Juan lo dice:

Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno…. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. (1 Juan 2:13-14)

Hay un momento en que un discípulo de Cristo debe vencer al maligno, y esto es, herirlo en su cabeza. Y esto lo logramos por medio de la Palabra de Dios, quien es Cristo Jesús. En la etapa de Juventud de cada hijo de Dios, debemos vencer al maligno. Lo vencemos cuando OÍMOS, CREEMOS, ENTENDEMOS, RETENEMOS, ACEPTAMOS y OBEDECEMOS la Palabra de Dios, quien es Cristo, es decir, por FE en la Palabra.

Es diferente lo que te digo, que lo que comúnmente te enseñarían en cualquier congregación; donde te harían esperar en forma inerte, hasta que al final de los tiempos Jesús venza por ti al maligno. Eso no es así, él ya nos dotó de lo necesario (él habita en nosotros, la buena semilla); y hoy debemos crecer en El, para vencer el maligno.

¿Y por que la cabeza es la que herimos al enemigo? La cabeza no sólo es el órgano principal de un ser viviente, sino en especial del diablo; es su súper órgano; y es su súper arma, con la que prepara sus engaños contra nosotros y el mundo entero; mira lo que dice la Biblia:

Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que el SEÑOR Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios dijo: No comáis de ningún árbol del huerto? (Génesis 3:1)

La vencemos es su fortaleza, en su astucia, en su mente, en su inteligencia y sabiduría diabólica; al alcanzar la mente de Cristo; la herimos en la cabeza; y ya no puede con la iglesia; que es guiada por el Espíritu Santo, el Espíritu del Dios vivo.

¿Y cual es el medio por la cual lo vencemos? Con Cristo y en Cristo, por su Palabra de Verdad; que nos hace madurar. Todo hijo de Dios, debe llegado el momento, vencer al maligno; y decir como lo dijo nuestro Señor acá en la tierra: 

No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí. (Juan 14:30)

Satanás sólo nos herirá el talón, cuando lo pisamos.

Algunas reflexiones finales:
Mira como el apóstol Pedro, también nos enseñaba que ya hemos nacido de una nueva simiente incorruptible, no como la que nos tenía corrompidos, el pecado. Y nos dice que esa simiente es la Palabra de Dios, quien sabemos que es Cristo Jesús.

…siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. (1 Pedro 1:23)

Acá el apóstol Juan nos enseña que los que hemos nacido de la simiente de la mujer, es decir, Cristo la buena semilla, ya no practicamos el pecado; porque Cristo permanece en nosotros.

Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. ( 1 Juan 3:9)

Dos naturalezas, para dos simientes; en la carne heredamos el pecado; en Cristo, heredamos de Dios.

El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. (1 Corintio 15:47-49)

Y por último, ya fuimos crucificados con Cristo, y por lo tanto, estamos muertos en la carne, y el cuerpo de pecado fue destruido (la simiente del diablo está en un medio muerto, en Cristo, y por lo tanto, sin poder).

…sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. (Romanos 6:6-7)

Este es un tema muy importante para orar y reflexionar; las dos simientes.

¿Cual gobierna tu vida?


Saludos; y que la gracia y paz, de nuestro Padre y Señor os abunden.

Publicado por Rodrigo Cárdenas B.

Humillarse delante de Dios

Santiago 4:10

Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

Juan el Bautista, el último de los profetas (Lucas 16:16) nos enseña con su propia vida y sus declaraciones cómo debe ser humilde el siervo de Dios. En el evangelio de Juan leemos lo siguiente:

Juan 1:26-27

Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; más en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis. Éste es el que viene después de mí, el que es antes de mí, DEL CUAL YO NO SOY DIGNO DE DESATAR LA CORREA DEL CALZADO.

En los días que nuestros Salvador caminó sobre la Tierra, la labor de desatar la correa del calzado de una persona era exclusiva de los esclavos y Juan el Bautista ni siquiera se consideraba digno de ser el esclavo del Señor Jesús; no era algo que decía de la boca para fuera sino que lo practicaba en todo momento, pues su ministerio era decir: No me miren a mí, miren al Señor Jesús, lo vemos que Él siempre se muestra mucho menor al Salvador:

Lucas 3:16

Respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; ÉL OS BAUTIZARÁ EN ESPÍRITU SANTO Y FUEGO. 

Juan el Bautista decía: yo bautizo con algo externo, pero el que viene tras mí los bautizará por dentro; mostrado así la superioridad de quién él anunciaba, y así desviando la mirada de su persona y dirigiéndola al Señor Jesús.

Sabemos de acuerdo a las escrituras que el que se humilla delante de Dios será exaltado por Él ¿Cierto? Bueno esto se cumplió mientras Juan aún estaba en vida, ya que el mismo Señor Jesús le exaltó cuando se enteró que estaba encarcelado:

Mateo 11:11

De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.

Dios no es como nosotros, que prometemos y no cumplimos, Dios lo que dice hace y lo que promete cumple:

Números 23:19

Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. ÉL DIJO, ¿Y NO HARÁ? HABLÓ, ¿Y NO LO EJECUTARÁ?
Sus promesas son eternas, porque como vemos en el verso anterior Él no es hombre para que cambie de parecer o para que falte a sus promesas.

Nuestro Dios que ve en lo secreto, ve cuando hacemos algo para Él en secreto, pero Él siempre nos recompensa en público:

Mateo 6:4

… Y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

No sólo debemos humillarnos en secreto delante de su presencia, también debemos hacerlo en lo público porque así lo mandó y nos enseñó con su ejemplo:

Mateo 11:29

… y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas.


Así que aprendamos del Señor a ser humildes cada día siguiendo los pasos de nuestro amante Salvador y Señor; humillémonos en su gloriosa presencia porque Él es tres veces Santo y merece toda nuestra adoración y humillación.

lunes, 17 de junio de 2013

¿Qué quiere Dios?


Revisemos algunos pasajes de lo que Dios espera de sus hijos:

1.- Obediencia:

1 Samuel 15:22-23

Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.

Jeremías 7:21-24

Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed la carne. Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto. Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien. Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante,

2.- Corazón contrito y quebrantado:

Salmos 51:16-17

Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto.  Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

3.- Misericordia y que le conozcamos:

Oseas 6:6

Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.

4.- Quiere Justicia

Amós 5:21-24

Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en vuestras asambleas. Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados.  Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos. Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.

5.- Hacer justicia, amor misecordia y humillarte ante tu Dios

Miqueas 6:6-8

¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

7.- Que seamos misericordiosos

S. Mateo 9:13

Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.

Todo hijo de Dios debe ser obediente a su Padre. Y si diariamente leemos y meditamos en su palabra, buscando en ella sus ordenanzas y mandatos para cumplirlos cabalmente; si a diario, y en todo tiempo, oramos a Dios con toda oración y súplica (Efesios 6:18); de esta forma tendremos vidas exitosas en y para Cristo.

Deuteronomio 5:29

¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!

viernes, 14 de junio de 2013

Kyrios y Despotes

Hoy en día la palabra "señor" ya no tiene el significado que tenía siglos atrás. En la antigüedad, señor le decían los esclavos a sus amos. Hoy en día se la aplicamos a cualquier varón en un trato formal.

En el griego antiguo, existían dos formas de decir Señor, que guardaba  relación a dos cualidades de quien gobernaba.

1.- KYRIOS: La palabra enfatiza autoridad y supremacía. Puede significar señor:

S.Juan 4:11

La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?

Dueño:

S. Lucas 19:33

Y cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino?

Amo:

Colosenses 3:22

Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.

También para referirse a los ídolos:

1 Corintios 8:5

Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores),

O al esposo:

1 Pedro 3:6

como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.

Cuando la biblia habla de Dios como Kyrios expresa particularmente Su posición como Creador, Su poder revelado en la historia y Su dominio justo sobre el universo.

2.- DESPOTES: Esta palabra lleva la idea de poseción, mientras que Kyrios enfatiza la autoridad y supremacía.

Simeón se dirige a Dios en oración como Despot:

S. Lucas 2:29

Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra;

Pedro y los que estaban con él en Hechos:

Hechos 4:24

Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay;

También los mártires en el cielo:

Apocalipsis 6:10

Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?

Dos veces Cristo es llamado Despot:

Judas 1:4

Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.

2 Pedro 2:1

Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.

(Fuente: Teología Básica de Charles Ryrie).

Entonces, como creyentes en Cristo tenemos que entender estos dos términos para aplicarlos a nuestras vidas así:

Dios es nuestro amo, le pertenecemos a Él y Él es quien debe gobernar sobre nosotros, lo que implica que estamos sujeto a Su voluntad, no a la nuestra.
Pablo en Romanos nos dice:

Romanos 11:36

Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

Los hijos de Dios somos DE ÉL, todo lo que tenemos es POR ÉL y todo lo que hacemos y cómo lo hacemos debería ser PARA ÉL.

Expondré esta verdad de la siguiente forma: Cuando eramos pecadores perdidos, nuestro amo era Satanás y estabamos sujetos con cadenas a través de nuestros deseos carnales. No podíamos hacer lo que quisieramos por más que lo deseáramos, ya que nos tenía atados con sus hilos como un titiritero a su marioneta. Pero este amo es un tirano, porque sólo quiere ganar nuestras almas para arrastrarnos con él al lago de fuego y a fin de cuentas busca hacernos el mal, darnos sufrimientos y hacernos sentir cada vez más vacíos.
Cuando creímos en Cristo como nuestro Señor y Salvador, pasamos a ser libres pero al mismo tiempo siervos o "esclavos" libres, ya que para recibir el  bien de Dios debemos obedecer sus mandatos y estatutos. Somos libres de obedecer como de no obedecer. El punto es que al ser un reino espiritual, ya que Dios es espíritu (Juan 4:24), el renacido en Dios debe hacer morir lo terrenal en sí mismo, con la de ayuda Dios, obedeciendo su palabra, para así alcanzar la completa libertad en Cristo Jesús.

Entonces hermanos, Cristo es nuestro amo y nosotros sus siervos (esclavos), que estamos aquí para obedecer sus estatutos y mandatos por amor; para de esta forma alcanzar la plena libertad que nos da Cristo el Señor.

jueves, 13 de junio de 2013

¿Dios es amor o es el amor?

1 Corintios 13:4-8

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.  El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

En este capítulo podemos ver todas las características del amor.

El apostol Juan nos dice:

1 Juan 4:8

El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

Entendamos esto: NO HAY UN ARTÍCULO ANTES DE AMOR; Dios ES AMOR, no dice: Dios es EL amor. Este pequeño cambio sutil en agregar un artículo delante de la palabra amor en este verso nos tergiversa completamente la perfección de Dios de la que habla Juan.

Así que, si Dios es amor y no EL amor implica que no es:

"Es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta."

Satanás ha introducido esta mentira en los corazones y mentes de millones de cristianos que lamentablemente aún son niños (teknon en griego) y no hijos (huios en griego). Lo que como dice Pablo en Efesios:

Efesios 4:14-15

para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.

Si seguimos leyendo en este capítulo de Efesios encontramos otra amonestación:

Efesios 4:17-18, 20-21

Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.

Así es el que es un niño (teknon) porque el que es hijo (huios) tiene esta característica:

Romanos 8:14

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.

El problema de todo esto radica en que la cristiandad de hoy se dedica a "leer" la palabra de Dios cuando va a la congregación y el resto de los días junta polvo sobre algún mueble, o puede que la lean pero no la escudriñan.
El verbo escudriñar se define así:
"Examinar, inquirir y averiguar cuidadosamente algo y sus circunstancias."

Cuando Pablo llegó a Berea, él y Silas hablaron en la sinagoga de esa cuidad. Veamos cómo eran estos judíos dignos de imitar:

Hechos 17:10-12

Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres.

Qué nos dice el Señor en su palabra:

S.Juan 5:39

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;

¿Te crees a pie juntillas todo lo que te dicen en tu congregación o verificas escudriñando las escrituras para ver si es cierto?
Dios nos dice:

1 Tesalonicenses 5:21

Examinadlo todo; retened lo bueno.

¿Qué hay que examinar? TODO. Si crees en y a Cristo te recomiendo que escudriñes su palabra; primeramente orando para pedir la dirección de Dios a través del Espíritu Santo. Y si en el lugar donde te congregas no leen la palabra de Dios, si sólo hablan palabra de hombre y no de Dios, mejor es que sigas el consejo de Dios:

Isaías 52:11-12

Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová. Porque no saldréis apresurados, ni iréis huyendo; porque Jehová irá delante de vosotros, y os congregará el Dios de Israel.

miércoles, 12 de junio de 2013

En el lugar del otro


Hebreos 4:15

Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Nuestro Señor Jesús vino al mundo y caminó entre nosotros como un hombre, pero
¿Por qué lo hizo?
Todo lo hizo por amor. Él decidió ponerse en nuestro lugar para experimentar en carne propia qué sentíamos nosotros, sus criaturas; su amor no se limitó a ello, sino que dió su vida por nosotros, para que nosotros no fuéramos a la condenación eterna por causa del pecado.

Ahora pensemos un poco. Dios a través de Pablo nos dice:

1 Corintios 11:1

Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.

Entonces si debemos imitar a Cristo, debemos nosotros también ponernos en el lugar de los otros. Es por eso que Dios nos dice:

Levítico 19:18

No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.

Pero nuestro amado Salvador va más allá en su enseñanza:

S. Mateo 5:43-44

Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

Si somos verdaderos hijos de Dios o sea seguidores de Cristo y por tanto imitadores de Él ¿Por qué no nos ponemos en el lugar de otros? Obviamente que debemos partir por los de nuestra casa.

¿Te pones tú en el lugar de hermano o hermana, o de tus padres, o de esposo o esposa o de tus hijos o tus nietos?
Si el Señor dió todo con tal de ponerse en nuestro lugar, por tratar de entendernos en nuestros padecimientos físicos como el hambre o la sed ¿Por qué no te pones tú en el lugar de otros?

Hay familias donde los esposos e hijos no ayudan en nada a la esposa y madre a hacer nada en casa aunque ella se encuentre enferma. Hay padres que se olvidan lo que es ser joven e inexperto con sus hijos y pretenden que se comporten como adultos maduros y les exijen como tal; hay hijos que no se ponen en el lugar de sus padres cuando estos hacen tremendos esfuerzos para darles las cosas que necesitan.
El Señor no nos enseñó esto hermanos: el Señor no nos enseño a ser egoístas, nos enseñó a amar y Él fue el primero en dar el ejemplo. Él pensó en los demás más que en sí mismo:

S. Marcos 4:35-38

Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud, LE TOMARON COMO ESTABA, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?

Trabajó tanto que le tomaron para subirlo al barco y era tanto su cansancio que se quedó dormido en medio de la aquella tempestad que parecía que naufragarían.

Si somos egoístas jamás nos pondremos en el lugar de los demás porque en nosotros no hay amor. Su palabra nos dice:

S. Lucas 9:23

Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

El hijo de Dios no debe ser egoísta ni egocéntrico, pues el mandato de nuestro Señor es que cada día nos neguemos a nosotros mismos. Así que hermanos, pensemos en los demás antes que en nosotros mismos para servirles. Su palabra nos dice:

S. Mateo 18:4

Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.

Si somos tercos y procuramos seguir nuestro camino sin negarnos, el mismo Señor Jesús nos exhorta:

S. Mateo 10:38

y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

¿Hermanos queremos ser indignos para Dios? Obedezcamos, pues, sus mandatos día a día para ser aceptos a los ojos de quién nos llamó un día y nos dió vida juntamente con Cristo Jesús.

martes, 11 de junio de 2013

Fidelidad a Dios

1 Juan 4:8-9

El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

¿Cuál es la razón para que Dios enviara a su único Hijo a morir por nosotros?

...PARA QUE VIVAMOS POR ÉL. O sea que si soy nueva criatura ya NO DEBO VIVIR PARA MÍ. En 5 palabras se resume cómo deberíamos vivir los que hemos nacido de nuevo. Dios no pagó ese altísimo precio para que lo echemos a la basura. Es cierto que todo aquel que es nacido de nuevo irá al cielo porque es una promesa de Dios, y sabemos que Dios no echa pie atrás:

Números 23:19

Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?

Independiente de cómo vivamos acá siendo sus hijos, Él es fiel y justo, y no faltará a su promesa. Pero pensemos un poco. Sabemos por su palabra que lo máximo que podemos vivir en la tierra son 120 años:

Génesis 6:3

Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.

Y que habitualmente las personas viven entre los 70 u 80 años:

Salmos 90:10

Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos.

¿Qué son 120 años comparados con mil millones de años? Son nada ¿Cierto? Y ¿Qué son 80 años comparados con una eternidad? Menos que nada la verdad. Entonces pensemos, Dios premiará a los suyos que le fueron obedientes, los que le fueron fieles hasta la muerte:

Apocalipsis 2:7, 10, 11, 17, 26-28

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.  El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.  Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana.

Apocalipsis 3:5, 12, 21

El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.  Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

Estos son los premios a quienes vencen y permanecen fieles en Cristo Jesús. Como vimos en uno de los versos de ayer sobre los 144.000, sólo los que eran puros podían seguir al Cordero por todas partes.

Apocalipsis 14:4-5

Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Éstos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Éstos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.

Siguiendo una línea lógica de razonamiento podríamos decir lo siguiente:

Los que se mantienen fieles a Dios, no contaminan sus vestidos con pecado (Eclesiastés 9:8), que le obedecen por amor, éstos serán los que vencerán y podrán estar en la presencia de Dios para servirle y adorarlo. Si lo llevamos a un plano terrenal es lo mismo, ejemplo: ¿En quién confías para darle una responsabilidad a alguien, al que llega tarde y siempre falta al trabajo o al que siempre llega a la hora y nunca falta? Es obvio que al segundo. Si nosotros siendo hombres llenos de errores podemos hacer este jucio simple ¡Cuánto más Dios!

Así que herman@ ¿Quieres vivir en la presencia de Dios de forma permanente porque venciste y Dios te presentó delante de su Padre o lleno de vergüenza y escondido en tu casa en Nueva Jerusalem, por la eternidad, por haber sido poco fiel a Dios?

lunes, 10 de junio de 2013

Crecer en Cristo 3

Romanos 8:14; 16-17

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

En el griego existen dos formas de decir "hijo" que son Teknon y Huios.

Teknon: hace alusión a engendrar a dar a luz. Esta palabra se usa como sinónimo de NIÑO.

Huios: Se refiere primeramente a la relación del hijo con el progenitor. También en sentido metafórico acerca de las características morales promitentes dadas por herencia. Se traduce como HIJO como tal.

Este verso de Romanos 8:14 es "HUIOS" así que está hablando de sólo los que se dejan guiar por el Espíritu Santo son HIJOS de Dios.
En los versos siguientes (16 y 17) habla de NIÑOS (Teknon) y no de HIJOS como tales. Entonces basándonos en el idioma original podemos ver dos cosas:

1.- Todos somos NIÑOS de Dios, ya que al convertirnos adquirimos la herencia a través de la muerte de nuestro amado Salvador, Cristo el Señor y al morir vamos al cielo.

2.- Aquí viene lo interesante. No todos los NIÑOS de Dios son HIJOS. ¿Cuál es la condición para ser HIJO? Ser guiados por el Espíritu. Para llegar a ser HIJOS de Dios debemos permitir al Espíritu Santo que tome control completo de nuestras vidas.

Miremos lo que nos dice el mismo Señor Jesús acerca de las características de un HIJO de Dios:

S. Mateo 5:44-45

Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.

Para llegar a ser considerado HIJO delante del Padre debemos realmente y de forma cabal negarnos a nosotros mismos y hacer morir la carne en uno. El Apóstol Pablo entendía perfectamente esta verdad dada por nuestro Señor:

Colosenses 3:5-10

Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno.

Para llegar a ser verdaderos HIJOS de Dios delante del Padre debemos transformar nuestras vidas mediante la renovación que es en Cristo Jesús, porque así podremos tener un "Conocimiento pleno" de nuestro creador según nos dice Pablo.

¿Así que hermana quieres ser un NIÑO o un HIJO de Dios?

El Temor de Jehová

Proverbios 9:10

El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.

¿Le temes tú a Dios?

Hoy en día la cristiandad ha perdido el temor a Jehová, porque en nuestras congregaciones sólo hablamos del amor de Dios, de que vivimos bajo la Gracia y no bajo la Ley. Y lamentablemente muchos "cristianos" usan la gracia como pretexto para vivir su vida como mejor les parece. Digo "cristianos" porque se supone que ser cristiano es decir que soy un seguidor de Cristo. En Apocalipsis vemos que los 144.000 sellados siguen al cordero por dónde va, pero ellos tienen unas características especiales:

Apocalipsis 14:4-5

Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Éstos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Éstos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.

Si estoy lleno de pecado ¿Cómo se supone que voy a seguir a Cristo, si Dios no tolera estar en presencia del pecado? El problema radica en que hemos encasillado al Altísimo Dios Todopoderoso a un rasgo, una de sus perfecciones; el AMOR, pero debemos recordar que Dios es:

1-. Amor (1 Juan 4:8)

2.- Eterno (Génesis 21:33)

3.- Infinito (1 Reyes 8:27)

4.- Inmutable (Malaquías 3:6 y Santiago 1:17)

5.- Justo (Salmos 11:7)

6.- Omnipotente (Génesis 17:1, Éxodo 3:6, 2 Corintios 6:18, Apocalipsis 1:8 - 19:6)

7.- Omnipresente (Salmos 139: 7-11, Ezequiel 8:12)

8.- Omnisciente (Hechos 15:18, Salmos 147:4, Salmos 139:16, Mateo 11:21)

9.- Santo (Levítico 11:44, Josué 24:19, Salmos 99:3,5,9; Isaías 40:25, Habacuc 1:12, Juan 17:11, 1 Pedro 1:15, Apocalipsis 4:8)

10.- Soberano porque tiene un plan (Hechos 15:18) que lo incluye todo (Efesios 1:11), el cual Él controla (Salmos 135:6), que incluye el mal pero Él no se involucra en el mal (Proverbios 16:4), y que definitivamente es la alabanza de Su gloria (Efesios 1:14)

11.- su Unidad (Deuteronomio 6:4, Efesios 4:6, 1Corintios 8:6, 1Timoteo 3:5)

12.- Verdad (Juan 17:3, Tito 1:2, Romanos 3:4, Hebreos 6:18).

13.- es Bueno (Salmos 118:29)

Entonces ¿Por qué debería temerle a Dios el creyente? Porque Dios es perfecto, porque todo lo que hace es perfecto, y sabemos por su palabra que no da por inocente al culpable (Éxodo 34:7; Números 14:18); y como sus hijos deberíamos temer pecar delante de Él, ya que como vemos en el primer versículo temer a Dios es el principio de la sabiduría. Todo hijo de Dios debería temer faltarle al tres veces Santo porque en todo momento estamos en Su presecia. El salmista escribe:

Salmos 4:4

Temblad, y no pequéis; Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah

Así que hermanos, cuando pensemos en nuestro amoroso Dios también pensemos en su justicia y santidad para temer faltarle a un Dios tres veces Santo que no puede estar en presencia del pecado.

jueves, 6 de junio de 2013

Crecer en Cristo 2

S. Lucas 10:40-42

Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

Nuestra querida hermana Marta corrió a servir al Señor, lo hacía gustosa y de corazón, pero le molestó que su hermana María no lo hacía como ella y fue a reclamarle para que la ayudara, pero aquí vemos la respuesta del Señor: "Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas." En otra palabras el Señor le dijo: Marta mi reino es espiritual, deja ya las cosas de esta vida con sus afanes, pues basta a cada día su propio mal (Mateo 6:34). Haz como tu hermana María y afánate por lo espiritual que no perece (Mateo 6:33).

Seguramente estas palabras calaron hondamente en el corazón de nuestra hermana. Si bien la palabra no nos dice que eso pasó pero si vemos su siguiente reacción así lo concluiremos. La siguiente vez que vemos a nuestra Marta qué vemos ¿Qué actitud tiene?:

S.Juan 11:20-22

Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.

Su hermano Lázaro había muerto hacía 4 días, pero esta vez no se afanó por esta vida, no leemos que haya estado afanada sirviendo a los invitados del velorio o afanada cocinando. Dice su palabra que "cuando oyó salió a encontrarle". Esta vez no se afanó por el velorio, por su hermano muerto, no le importó su dolor porque su afán había pasado y tenía paz en su corazón, quizás hasta había alcanzado el regocijo (Filipenses 4:4-7), porque su fe era inquebrantable ahora que entendió que el Señor Jesús debía ser su norte, pues le dice: "si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará." La fe de nuestra hermana ahora era a prueba de fuego, su afán es su Señor y no las cosas de esta vida.

Marta pasó de ser una cristiana afanada por las cosas de esta vida pasajera para convertirse en una creyente fiel y firme de su Señor afanada en las cosas espirituales. Debemos de imitar a nuestra hermana Marta en su afán por las cosas de Dios.

Marta estaba preparada para recibir al Señor, no sabía cuándo llegaría pero sabía que lo haría y apenas supo corrió a encontrarle. El Señor viene pronto y como sus hijos debemos estar prestos a salir a su encuentro y no estar afanosos por las cosas de estar vida, sino con los ojos puestos en Cristo Jesús; como nuuestros hermanos en Hechos cuando el Señor ascendió al cielo (Hechos 1:10-11). Nuestros lámparas de aceite deben estar llenas para cuando llegue el esposo (Mateo 25:1-13). Renovemos nuestras mentes, renovemos al nuevo hombre en Cristo y esperemos su venida viviendo alegres, llenos de regocijo y gozosos a pesar de las vicisitudes de este mundo (1 Tesalonicenses 5:16) como pueden ser la muerte de un ser amado; ya que, esto no frenó a Marta de correr a encontrarse con su Señor cuando oyó que venía.

miércoles, 5 de junio de 2013

Crecer en Cristo

Filipenses 4:6-7

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Hoy en este tiempo donde los días se diluyen como agua y todo corre tan rápido, el afán de esta vida nos consume. Los hijos, las deudas, el auto, la casa, etc. Los hijos de Dios somos atacados como nunca con estas cosas.

S. Mateo 6:34

Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

Descansando en Cristo no estaremos afanados en nada, pero para ello debemos crecer, ya que el Afán es algo CARNAL y no espiritual. Según el verso 6 debemos contarle nuestros afanes al Señor a través de la oración, rogando y dando gracias para no estar afanosos por las cosas de esta vida. Si no completamos este paso no podremos seguir con el que sigue que es LA PAZ DE DIOS GUARDARÁ VUESTROS CORAZONES Y VUESTROS PENSAMIENTOS. Quiero que entendamos bien esto. Primero debemos dejar de alimentar al viejo hombre para que así se muera, el mismo Pablo nos dice:

Colosenses 3:5-8, 10

Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno.

El nuevo hombre se renueva a través de la Palabra de Dios, la oración o sea buscando primeramente el reino de Dios:

S. Mateo 6:33

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Una vez que superamos esta etapa del afán tendremos la paz del Señor y guardará nuestros corazones y nuestros pensamientos en CRISTO JESUS. Y luego de esto no sólo se acabará el afán y habrá paz en nuestro corazón y mente, sino que podremos ir más allá de la paz:

Filipenses 4:4-5

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.

Nos podremos regocijar en el Señor siempre; no un rato, no un día, no un años, sino SIEMPRE.

Ahora bien ¿Te preguntarás herman@ por qué los versos los puse al revés, es decir primero el 6 y luego el 4? Es porque si hay afán en tú mente y corazón no tienes paz y si no tienes paz ¿Cómo se supone que te vas a regocijar en el Señor; ni menos vas a poder ser gentil con alguien si sólo piensas en tus problemas y en ti mismo? Pero ojo, que este regocijo no es que yo me voy a esta riendo todo el día o voy a ser el "payaso" del lugar, este regocijo es permanente, ya que, sin importar qué me pasé estaré siempre regocijado en Dios y no me afanaré por lo que pueda pasarme porque Dios me cuida.

Sigamos estos pasos, roguemos al Señor para ser preparados por y para Él para que al final podamos estar  regocijándonos en el Señor SIEMPRE.

martes, 4 de junio de 2013

La Voluntad de Dios

Génesis 13:8-11, 14-17

Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda. Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro. Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.  Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.

Acá vemos la voluntad de Lot y la voluntad de Jehová. Analicemos qué vió Lot:
Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.

Primero miró hacia Zoar donde estaba Sodoma y Gomorra ¿Y qué vió? Como huerto de Jehová, como tierra de Egipto. Vemos que su visión era un tanto confusa; mezcló dos conceptos totalmente opuestos: Edén con Egipto. Ese tipo de cosas nos pasa cuando tomamos las desiciones nosotros mismos tendemos a ver el mundo como si fuera cristiano, como si Dios estuviera en él pero no, Egipto siempre será Egipto y nunca tendrá relación con Edén. Y luego leemos la frase "Y LOT ESCOGIO PARA SI" lo cual es un error nefasto. Imponer y seguir nuestra voluntad por sobre la de Dios sólo nos lleva a la ruina, sólo nos lleva hacia Sodoma y Gomorra.

Ahora veamos a Abram. Abram esperó tranquilamente sin elevar su vista y fue Jehová quien le dijo: ALZA TUS OJOS Y MIRA. Esperó la orden de Dios, esperó la voluntad de Dios y no se equivocó, no así su pariente Lot, que si bien era justo pero afligía su corazón cada día en Sodoma. Al seguir la voluntad de Dios no hubo aflicción en la vida de Abram, era feliz. Por otra parte la promesa de Dios a Abram fue eterna y hasta hoy se cumple sin falta, ya que, como nos enseña Pablo en Gálatas, los creyentes en Cristo Jesús somo llamados descendendia de Abraham a través de la fe.

Gálatas 3:7

Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.

Pero hay otras veces que los cristianos no estamos acostumbrado a reconocer la voz de nuestro Dios y claudicamos como el pueblo de Israel:

1 Reyes 18:21

Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.

Todo hijo de Dios DEBE esperar pacientemente en Dios para conocer su  voluntad, o sea hasta que Él nos diga "ALZA TUS OJOS Y MIRA" y nos mostrará una promesa eterna. Pero si nuestra fe es muy poca y no sabemos si es o no la voluntad de Dios, podemos hacer lo que hizo Gedeón:

Jueces 6:36-40

Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho. Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua. Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra. Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.

No es lo ideal, pero Dios es paciente con nosotros y nos ama entrañablemente, y si le pedimos que nos muestre su voluntad a través de alguna situación Él lo hace, y cuando lo hace no cabe duda en ello, no es como Lot que vio a Edén y Egipto, que son dos conceptos opuestos. Cuando Dios habla sólo podemos ver a Edén. Como le dijo Elías al pueblo de Israel, no debemos claudicar entre dos pensamientos, sólo debemos seguir a Dios y JAMÁS NOS EQUIVOCAREMOS.