martes, 11 de junio de 2013

Fidelidad a Dios

1 Juan 4:8-9

El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

¿Cuál es la razón para que Dios enviara a su único Hijo a morir por nosotros?

...PARA QUE VIVAMOS POR ÉL. O sea que si soy nueva criatura ya NO DEBO VIVIR PARA MÍ. En 5 palabras se resume cómo deberíamos vivir los que hemos nacido de nuevo. Dios no pagó ese altísimo precio para que lo echemos a la basura. Es cierto que todo aquel que es nacido de nuevo irá al cielo porque es una promesa de Dios, y sabemos que Dios no echa pie atrás:

Números 23:19

Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?

Independiente de cómo vivamos acá siendo sus hijos, Él es fiel y justo, y no faltará a su promesa. Pero pensemos un poco. Sabemos por su palabra que lo máximo que podemos vivir en la tierra son 120 años:

Génesis 6:3

Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.

Y que habitualmente las personas viven entre los 70 u 80 años:

Salmos 90:10

Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos.

¿Qué son 120 años comparados con mil millones de años? Son nada ¿Cierto? Y ¿Qué son 80 años comparados con una eternidad? Menos que nada la verdad. Entonces pensemos, Dios premiará a los suyos que le fueron obedientes, los que le fueron fieles hasta la muerte:

Apocalipsis 2:7, 10, 11, 17, 26-28

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.  El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.  Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana.

Apocalipsis 3:5, 12, 21

El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.  Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.

Estos son los premios a quienes vencen y permanecen fieles en Cristo Jesús. Como vimos en uno de los versos de ayer sobre los 144.000, sólo los que eran puros podían seguir al Cordero por todas partes.

Apocalipsis 14:4-5

Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Éstos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Éstos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.

Siguiendo una línea lógica de razonamiento podríamos decir lo siguiente:

Los que se mantienen fieles a Dios, no contaminan sus vestidos con pecado (Eclesiastés 9:8), que le obedecen por amor, éstos serán los que vencerán y podrán estar en la presencia de Dios para servirle y adorarlo. Si lo llevamos a un plano terrenal es lo mismo, ejemplo: ¿En quién confías para darle una responsabilidad a alguien, al que llega tarde y siempre falta al trabajo o al que siempre llega a la hora y nunca falta? Es obvio que al segundo. Si nosotros siendo hombres llenos de errores podemos hacer este jucio simple ¡Cuánto más Dios!

Así que herman@ ¿Quieres vivir en la presencia de Dios de forma permanente porque venciste y Dios te presentó delante de su Padre o lleno de vergüenza y escondido en tu casa en Nueva Jerusalem, por la eternidad, por haber sido poco fiel a Dios?

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