martes, 8 de octubre de 2013

Dios a través de Samuel

1 Samuel 12:21-24

No os apartéis en pos de vanidades que no aprovechan ni libran, porque son vanidades. Pues Jehová no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo. Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros; antes os instruiré en el camino bueno y recto. Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.

¿Por qué nos apartamos en pos de vanidades? Porque lamentablemente no estamos lo suficientemente cerca de nuestro Dios, porque cedemos ante los engaños del enemigo amando el mundo más que a Dios.

1 Juan 2:15

No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

Pero lo maravilloso es que nuestro Dios no nos desampara, no de aleja de nosotros a pesar de que nosotros sí nos alejemos de Él.

2 Timoteo 2:13

Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.

Sabemos que nos podemos deslizar, no podemos apuntar a los demás con el dedo porque nosotros estamos bien, apegados a Dios, sino como nos dice el verso del principio, debemos rogar por nuestros hnos.

1 Samuel 12:23

Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros; antes os instruiré en el camino bueno y recto.

Porque nosotros hemos sido enseñados por Dios en lo que a amor se refiere. Debemos seguir su ejemplo de amor y no solamente amar de palabra sino de hecho como nos dice Juan en su primera carta. No debemos olvidar nuestro primer amor y seguir el consejo de Samuel:

1 Samuel 12:24

Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.

¿Por qué temer a Dios? Porque es el principio de la sabiduría.

Proverbios 9:10

El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.

Amados seamos sabios en Cristo, rindamos nuestra voluntad a Él y seamos hijos que obedecen a su Padre, porque la voluntad de Dios es santa y perfecta. Que Dios les bendiga en este nuevo día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario