martes, 17 de septiembre de 2013

Ser ejemplo

Tito 2:7-8

presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.

¿Eres ejemplo para los hermanos más pequeños? ¿Tus obras en Cristo hablan de tu fe por ti? ¿Tu testimonio en Cristo es de ejemplo para otros? ¿Guías a otros con tu actuar? ¿O eres tropiezo a otros con tu actuar? Dios dice:

S. Lucas 17:2

Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos.

Hermanos, el ser un buen ejemplo para otros debería ser nuestra meta, pues es lo que hizo el Señor mientras estuvo en la tierra, pues nos dijo:

S. Mateo 11:29

... y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón...

Debemos aprender de Él. Dios, a través de Pablo nos manda a imitarlo:

Efesios 5:1

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.

Hermanos amados, propongamos en nuestros corazones ser ejemplo para otros, para que Cristo sea glorificado y Satanás sea avergonzado. Para ser un ejemplo en Cristo debemos:

Tito 2:12-14

enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

Debemos ser celosos de buenas obras amados, hacer morir lo terrenal, no amar al mundo y sus deseos, debemos buscar honrar a nuestro Dios y Rey, de esta forma podremos ser ejemplos vivos para otros.

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