viernes, 30 de agosto de 2013

Esfuérzate y sé valiente

Josué 1:3

Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.

A través de la palabra de Dios encontramos muchas promesas, algunas libres y otras con condiciones.

Josué 1:7

Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

¿Por qué Dios le pide que se esfuerce y sea valiente? Hay veces en que Dios nos encomienda grandes cosas que nos pueden atemorizar porque no nos sentimos capaces de hacerlas, pero Dios nos anima a esforzarnos y ser valientes frente a lo desconocido, porque está con nosotros:

Josué 1:5

Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.

Quizás alguno me diga: "Pero ese es el antiguo testamento, y es una promesa para alguien específico con una misión específica de conquista. La palabra de Dios dice:

Malaquías 3:6

Porque yo Jehová no cambio...

También nos dice:

Hebreos 13:8

Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Cuando nos enfrentamos a lo desconocido en la vida cristiana, Dios está con nosotros:

Josué 1:9

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Nosotros tememos porque, primero, estamos desconfiando de nuestra capacidad, lo cual es bueno, porque esto nos lleva a aprender a confiar en el Todopoderoso Dios:

Malaquías 1:11

Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.

Es de Dios de quién debemos aferrarnos en todo momento, ya que, debemos entender que sin Dios no podemos hacer nada:

S.Juan 15:5

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

El mundo nos enseña a ser independientes para ser exitosos, que es lo opuesto de la vida cristiana. Dios quiere hijos tan dependientes que no puedan ni respirar sin Él. Y es lo que tenemos que tener muy claro como sus hijos.

Así que, confiemos en Dios de corazón, seamos valientes y dejémosle actuar a través de nuestra vida:

Proverbios 3:5-6

Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.  Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.

jueves, 29 de agosto de 2013

Andar en sus caminos

1 Samuel 8:3

Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho.

Los hijos de Samuel no anduvieron en los caminos de su padre. Y tú ¿Andas en los caminos de tu Padre celestial?

Si bien Samuel fue un fiel siervo de Dios, cómo leemos en su palabra:

1 Samuel 3:19-20

Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová.

Pero sus hijos no lo fueron. La Biblia no nos relata la razón por la cual los hijos de Samuel no siguieron sus pasos, pero sí nos dice qué consecuencias trajo esto:

1 Samuel 8:4-5

Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel, y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones.

El pueblo de Israel se alejó de Dios queriendo ser como los demás pueblos de alrededor. En su palabra claramente leemos:

Romanos 12:2

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Dios no quiere que tomemos la forma del mundo, quiere que le imitemos a Él. El mismo Pablo decía:

Efesios 5:1

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.

Tenemos dos opciones o seguimos sus caminos o le rechazamos imitando el mundo que nos rodea. Para Dios no hay términos medios:

Apocalipsis 3:15-16

Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

Para Dios son nauseabundos los que viven en medio; lo que dicen un poco de Dios y un poco del mundo. Si estamos con Dios lo hacemos obedeciendo todo. Su palabra nos dice:

1 Corintios 5:6

¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?

¿Qué harás con Dios hoy? ¿Andarás en sus caminos o imitarás al mundo que te rodea desechando a Dios?

miércoles, 28 de agosto de 2013

Creerle a Dios

Isaías 37:6-7

Y les dijo Isaías: Diréis así a vuestro señor: Así ha dicho Jehová: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria. He aquí que yo pondré en él un espíritu, y oirá un rumor, y volverá a su tierra; y haré que en su tierra perezca a espada.

El rey de Asiria, Senaquerib, invadió Israel y mandó a Rabsaces con un gran ejército para atacar Jerusalén (Isaías capítulo 36). Éste último amenazó a todo Jerusalén y el rey Ezequías clamó a Dios. Como vemos en el primer verso Dios les dijo que no temieran, pero Ezequías no le creyó a Dios:

Isaías 37:15-20

Entonces Ezequías oró a Jehová, diciendo: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la tierra. Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye todas las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente. Ciertamente, oh Jehová, los reyes de Asiria destruyeron todas las tierras y sus comarcas, y entregaron los dioses de ellos al fuego; porque no eran dioses, sino obra de manos de hombre, madera y piedra; por eso los destruyeron. Ahora pues, Jehová Dios nuestro, líbranos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que sólo tú eres Jehová.

Muchas veces somos como este rey, le creemos y tememos a los hombres y no confiamos en Dios.

S. Mateo 10:28

Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

Dios nos manda a confiar en Él de todo corazón:

Proverbios 3:5-6

Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.  Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.

Cuando Dios se propone a hacer algo no hay quién lo estorbe:

Isaías 43:5, 13

No temas, porque yo estoy contigo. Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?

Estamos en la mano de Dios y nadie nos puede sacar de allí:

S.Juan 10:28-29

y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

¿De qué hemos de temer hermanos? Creámosle al Todopoderoso Dios en cuya mano estamos y dejemos los temores de este mundo.

Números 23:19

Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?

martes, 27 de agosto de 2013

A la manera de Dios

1 Samuel 7:1-2

Vinieron los de Quiriat-jearim y llevaron el arca de Jehová, y la pusieron en casa de Abinadab, situada en el collado; y santificaron a Eleazar su hijo para que guardase el arca de Jehová.  Desde el día que llegó el arca a Quiriat-jearim pasaron muchos días, veinte años; y toda la casa de Israel lamentaba en pos de Jehová.

Samuel fue el último juez de Israel, además de profeta. Y en la época de los jueces cada quien hacía lo que bien les parecía:

Jueces 21:25

En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.

Luego de que el arca de Jehová fue devuelta por los Filisteos, tras 7 meses de castigos de parte de Dios, los Israelitas no la llevaron al tabernáculo, el cual mandó hacer Dios con sus especificaciones; en vez de ello, no hallaron nada mejor que dejarla en casa de Abinadab. Y fue David el que usó Dios para devolver el arca dónde pertenecía, pero lo hizo mal, pues lo hizo del mismo modo que los filisteos:

Filisteos:
1 Samuel 6:7-8

Haced, pues, ahora un carro nuevo, y tomad luego dos vacas que críen, a las cuales no haya sido puesto yugo, y uncid las vacas al carro, y haced volver sus becerros de detrás de ellas a casa. Tomaréis luego el arca de Jehová, y la pondréis sobre el carro, y las joyas de oro que le habéis de pagar en ofrenda por la culpa, las pondréis en una caja al lado de ella; y la dejaréis que se vaya.

David:
2 Samuel 6:2-3

Y se levantó David y partió de Baala de Judá con todo el pueblo que tenía consigo, para hacer pasar de allí el arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los ejércitos, que mora entre los querubines.  Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en el collado; y Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.

Como creyentes podemos estar llenos de anhelos y sinceros deseos de servir a nuestro Dios, dándole la honra que se merece, pero no lo hacemos de la forma que Él indicó, sino que lo hacemos igual que el mundo. Obviamente hacer la cosas mal para Dios pueden traer consecuencias fatales, incluso para otros ¿Por qué es esto? Porque si no escudriñamos la escritura no podremos saber nunca qué es lo que Dios espera de mí.

1 Samuel 7:3-4

Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y sólo a él servid, y os librará de la mano de los filisteos. Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot, y sirvieron sólo a Jehová.

Cuando nosotros dejamos de lado las cosas de este mundo comenzamos a recuperar el terreno que Satanás nos había ganado:

1 Samuel 7:14

Y fueron restituidas a los hijos de Israel las ciudades que los filisteos habían tomado a los israelitas, desde Ecrón hasta Gat; e Israel libró su territorio de mano de los filisteos. Y hubo paz entre Israel y el amorreo.

Pero no basta con llevar una vida limpia delante de Dios, ya que, podemos cometer errores como el de David al transportar el arca de Jehová, porque David quería complacer a Dios de todo corazón, pero no investigó en las escrituras quién y cómo transportar el arca. Hay que tener un corazón dispuesto, dejar los ídolos y todo lo que nos obstruye nuestra carrera cristiana y escudriñar las escrituras para saber cómo hacer las cosas del modo que agradan a Dios.

S.Juan 5:39

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;

Luego que recibimos las consecuencias de nuestro hacer incorrecto tendemos a culpar a Dios y preguntarnos ¿Por qué Señor, si lo hice por ti? No culpemos a Dios por nuestros errores, mejor busquemos en su palabra cómo hacer las cosas de modo que le agrademos a Él y no a nosotros mismos.

lunes, 26 de agosto de 2013

Amar de hecho

1 Juan 3:17-18

Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

Nuestro Dios nos manda a amar con acciones, no sólo de palabra. En una relación amorosa humana, si no hay amor tangible se marchita esa relación y muere.

Quizás me puedas decir: Yo siempre demuestro el amor con hechos, pero siempre me toca dar el primer paso a mí, o quizás digas: soy el único que lo hace y esos a veces cansa. Dios nos dice:

Gálatas 6:9-10

No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

¿Cuándo fue la última vez que visitaste a un hermano(a) enferma de tu congregación? ¿Cuándo fue la última vez que le hiciste el bien a un hermano(a)?

Cuando estemos en el cielo con el Señor y Él nos llame para rendir cuenta por nuestras acciones acá en la Tierra nos dirá:

S. Mateo 25:34-40

Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Como sus hijos debemos buscar seguir el ejemplo de nuestro Salvador Jesús y de Dios en general, ya que, Él nos demostró su amor con hechos:

S.Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Este verso no dice: Porque Dios amó tanto al mundo que les dijo: Yo los amo de verdad, así que desde el Cielo siempre los amaré y eso no cambiará ¡NO DICE ESO! Dice que el mismo Dios se hizo carne por amor de sus criaturas y pagó por ellos el precio de su salvación:

2 Corintios 5:19

que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

Dios nos enseña en su palabra que la bondad hecha a cualquier necesitado se devuelve:

Proverbios 19:17

A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.

Hebreos 6:10

Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.

S. Mateo 10:42

Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.

Lo que recibamos de recompensa en el Cielo, será de acuerdo a cuán arduamente trabajamos:

2 Corintios 9:6

Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

Ahora bien, el mayor amor que podemos mostrarle a otro es cumplir la voluntad del Señor:

S. Marcos 16:15

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

¿Qué busca Dios de nosotros? ¡¡¡OBEDIENCIA!!!

1 Samuel 15:22

Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

¿Para qué quiere Dios que obedescamos?

Deuteronomio 5:29

¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!

Hermanos, sigamos el ejemplo de nuestro Señor Jesús amando de hecho y no sólo de palabra.

S. Lucas 12:37

Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.

viernes, 23 de agosto de 2013

Alimentación saludable

S.Juan 6:27

Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.

¿Cuántas veces al día alimentas tu cuerpo físico, 3, 4 ó más veces? ¿Y qué hay de tu cuerpo espiritual? ¿Cuántas veces al día lo alimentas?

¿Cuál es el ejemplo de nuestro Señor?

S.Juan 4:34

Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.

Su palabra dice:

S.Juan 4:24

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Si Dios es Espíritu ¿Por qué tú, siendo su hijo(a) le das prioridad a tu carne?
¿Crees que a Dios le agrada que le des mayor atención a tu carne que a Él?

Dios dice:

1 Juan 2:15-17

No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

La carne es del mundo, es PERECEDERA ¡Deja de darle prioridad en tu vida!

S. Lucas 9:23

Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

Vivir en y por el Espíritu significa negar la carne, negarse uno mismo, pues si no lo hacemos NO SOMOS DIGNOS DE ÉL:

S. Mateo 10:38

y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

Pablo nos enseña:

Romanos 12:1

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

Así que hermano(a) ¿Cómo seguirás alimentando tu cuerpo? ¿Seguirá la carne siendo tu prioridad?

jueves, 22 de agosto de 2013

Velad

S. Lucas 12:37

Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.

En la parábola de las 10 vírgenes, ninguna veló esperando al esposo, pero sí unas estaban preparadas para la tardanza.

S. Mateo 25:8-9, 13

Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

El Señor Jesús, en el relato de esta parábola, aprovechó de darnos un mandato: "Velad". Acá es en relación a su venida, pero también nos dijo:

S. Mateo 26:41

Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

La acción de velar es estar de guardia o atento a lo que pudiera acontecer de noche ¿Por qué velar de noche? Porque no hay luz y no sabemos que se oculta en las tinieblas. En el día es fácil ver, no hay cosas ocultas:

S.Juan 9:4

Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.

Estas dos órdenes de velar se relacionan entre sí, ya que, si velamos en oración para no caer en tentación estaremos velando a la espera de nuestro Señor. Pero ¿De qué forma velas tú hermano(a)? ¿Realmente estás atento a lo que se mueve en las tinieblas? Su palabra nos dice:

1 Pedro 5:8

Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;

Satanás está esperando el momento en que nos venza el sueño para caernos encima. El mandato de Dios es andar como de día:

Romanos 13:12-14

La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

Velemos, pues, para no caer en tentación, para no caer en las fauces de nuestro adversario y para que nuestro Señor nos hallé velando así cuando Él regrese y seamos recompensados por obedecerle.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Hacer el bien

S. Mateo 25:1, 3-13

Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.  Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

El Señor les refirió una parábola, estando en el monte de los olivos con sus discípulos. Les graficó el hecho de estar atentos a la venida de Cristo, aún cuando éste tarde un poco.  Pero ¿Por qué las prudentes no compartieron su aceite?  La palabra de Dios nos dice:

Gálatas 6:9-10

No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

Como las insensatas tuvieron que ir a comprar se quedaron fuera. ¿Le has negado ayuda a alguien? ¿Le has negado la salvación a alguien? Dios dice en la Biblia:

S. Mateo 5:42

Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.

Dios aquí habla de lo material. Las vírgenes prudentes no compartieron su aceite, pudiendo compartir no lo hicieron con nefastas  consecuencias para las imprudentes. Cuando no predicamos a Cristo a nuestros conocidos, vecinos, compañeros de trabajo, de estudio, etc. Somos como las vírgenes prudentes, les negamos el ayuda que desesperadamente necesitan para sus almas. Es cierto que las imprudentes tienen su responsabilidad, pero Dios nos ordenó:

S. Marcos 16:15

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

Si no lo hacemos le estaremos negando la oportunidad de ser salvos a los perdidos con consecuencias eternas para sus almas.

¿Estás dispuesto(a)a compartir tu aceite con los insensatos?

Santiago 4:17

y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

martes, 20 de agosto de 2013

La santidad de Dios

1 Samuel 6:19-20

Entonces Dios hizo morir a los hombres de Bet-semes, porque habían mirado dentro del arca de Jehová; hizo morir del pueblo a cincuenta mil setenta hombres. Y lloró el pueblo, porque Jehová lo había herido con tan gran mortandad. Y dijeron los de Bet-semes: ¿Quién podrá estar delante de Jehová el Dios santo? ¿A quién subirá desde nosotros?

Cuando los filisteos capturaron el arca del pacto, Jehová les envió plaga de ratones y tumores a todos, desde el más pequeño hasta el más grande.  Devolvieron el arca a Israel, pero Dios acabó con la vida de aquellos que miraron dentro del arca del pacto.

Jehová dio leyes específicas sobre el transporte y sólo los levitas podían hacerlo. Además el arca debía estar cubierta según las especificaciones que dio Dios en su ley.

Números 4:5-6, 14-15

Cuando haya de mudarse el campamento, vendrán Aarón y sus hijos y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio; y pondrán sobre ella la cubierta de pieles de tejones, y extenderán encima un paño todo de azul, y le pondrán sus varas. y pondrán sobre él todos sus instrumentos de que se sirve: las paletas, los garfios, los braseros y los tazones, todos los utensilios del altar; y extenderán sobre él la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán además las varas. Y cuando acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y todos los utensilios del santuario, cuando haya de mudarse el campamento, vendrán después de ello los hijos de Coat para llevarlos; pero no tocarán cosa santa, no sea que mueran. Éstas serán las cargas de los hijos de Coat en el tabernáculo de reunión.

La gloria de Dios estaba en el arca, pues era una figura de las cosas celestiales:

Éxodo 40:34-35

Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.

Nadie puede estar de pie en la presencia de Dios y quedar vivo, ejemplo de ello es el apóstol Juan:

Apocalipsis 1:17-18

Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;  y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

Es cierto que nosotros no estamos en la presencia física de Dios, sino en su presencia espiritual, pues de otro modo moriríamos todos ¿Eres acepto en la presencia de Dios? Su palabra nos dice:

Hebreos 12:14

Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

Si no llevas una vida santa ¿Cómo pretendes ver a Dios? ¿Crees acaso que el tres veces Santo te va recibir con los brazos abiertos si llevas una vida sin santidad y llena de pecados?
Apocalipsis 20:11

Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.

¿Por qué huyen de Dios el cielo y la tierra?

Levítico 18:25

y la tierra fue contaminada; y yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores.

Si la tierra, que no cometió pecado huye de la presencia del Santo Dios ¿Crees que Dios hará una excepción contigo que llevas una vida que no es santa? Entiende que Dios es justo:

Isaías 30:18

Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él.

Medita en tus pasos delante de Dios y teme al Dios Todopoderoso.

lunes, 19 de agosto de 2013

El deber de los padres

Gálatas 1:10

Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

Al leer el principio de la historia del profeta Samuel Dios nos habla sobre el sumo sacerdote Elí y sus hijos Ofni y Finees. De ellos la palabra dice:

1 Samuel 2:17

Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.

Los hijos de Elí sacaban carne y la grosura de los sacrificios antes de ser ofrecidos a Dios, lo cual era contra la Ley de Jehová, ya que ésta decía:

Levítico 3:3-5

Luego ofrecerá del sacrificio de paz, como ofrenda encendida a Jehová, la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas, y los dos riñones y la grosura que está sobre ellos, y sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de los intestinos que está sobre el hígado. Y los hijos de Aarón harán arder esto en el altar, sobre el holocausto que estará sobre la leña que habrá encima del fuego; es ofrenda de olor grato para Jehová.

Pero los hijos de Elí desobedecían a Dios con plena consciencia. El punto es que su padre debió haberlos cortado según el mandamiento de Dios:

Números 15:30

Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su pueblo.

Este mandamiento de Dios es en relación a pecar deliberadamente. Elí habló a sus hijos, pero no los reprendió, ni les fue estorbo:

1 Samuel 2:25

Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir.

Dios le habló a Elí y le dijo:

1 Samuel 2:29

¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?

¿Tú como padre estorbas a tus hijos? ¿Les permites hacer lo que quieran bajo tu techo? ¿Los dejas en casa los días de reunión de la congregación?

Elí puso a sus hijos primero que a Dios y cuando Dios habló con Samuel le dijo lo que habría de hacer con la familia de Elí:

1 Samuel 3:13

Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado.

Dios es claro, Él está primero que todo y todos, si Dios no es tu prioridad, tu familia puede sufrir las mismas consecuencias que sufrió la familia de Elí. Dios dice:

S. Mateo 10:37-38

El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.

¿Estás siendo indigno delante de Dios? El Señor Jesús dijo:

S. Lucas 9:23

Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

Así que si tu amor por tus hijos es mayor que el que tienes por Dios, mejor es que te niegues a ti mismo(a) tomes su cruz cada día y le sigas, porque o si no sufrirás las mismas consecuencias que sufrió Elí y su descendencia.

Proverbios 17:15

El que justifica al impío, y el que condena al justo, Ambos son igualmente abominación a Jehová.

Es deber de los padres enseñarles y llevar a los hijos a Dios, pues el día del tribunal de Cristo, Dios te pedirá cuenta de las almas de tus hijos y su sangre será sobre tu cabeza, ya que, eras responsable de llevarlos a Dios y serles de estorbo si se deviaban de la senda de Dios.

Santiago 4:17

y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

viernes, 16 de agosto de 2013

La oración

S. Mateo 11:25-26

En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.

¿Cuántas horas a la semana oras a Dios? ¿Oras a diario?

El éxito del Señor Jesús fue la oración, pues a través de ella estaba en comunión perfecta con el Padre:

S. Marcos 1:35

Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.

S. Lucas 6:12

En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.

S. Lucas 9:28-29

Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.  Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente.

S. Mateo 14:23

Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.

S. Marcos 14:32, 35, 38-39

Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue y oró, diciendo las mismas palabras.

Pedro, Pablo, Juan y el resto de los apóstoles aprendieron de su maestro a orar en todo tiempo. Pablo nos dice:

Efesios 6:18

orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

1 Tesalonicenses 5:17

Orad sin cesar.

La oración en el creyente es tan importante como la lectura diaria de la Biblia. Daniel oraba tres veces al día sin importarle nada.

Daniel 6:10

Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.

Y por esta causa fue echado en el foso de los leones, pero Dios le libró de ser devorado.

¿Quieres tener una vida cristiana de éxito? Ora mucho y escudriña día a día su palabra y verás como Dios obrará en ti un cambio y serás sal, y luz del mundo.

jueves, 15 de agosto de 2013

MUJER CRISTIANA V/S LA ESPOSA CREYENTE


               Como mujeres y esposas cristianas, somos llamadas a vivir este rol de la manera más Excelsa y perfecta que podamos imaginar. Pero ¿Cumplimos este rol como Dios nos manda? Acompáñame en este estudio a buscar las herramientas que harán de ti, la Esposa que tu Señor y Dios, desea que seas, sin importar que tu esposo sea un Cristiano o un Inconverso.
            Antes que nada, te debo aclarar, que si tú realmente deseas ser una Esposa con un matrimonio soñado, debes hacer dos cosas: Tomar tu Cruz y Buscar a Dios por sobre todas las cosas. Porque si no haces esto, entonces, lamentablemente, NUNCA tendrás el matrimonio que deseas.
            Quiero  que sepas, que para tratar este tema, debo no sólo sacudir o producir retos en tu vida, sino que también me propongo a romper tus esquemas y demás pensamientos que han producido que las esposas cristianas dependan de todo menos de la Roca que  es Cristo. ¿Por qué?, por la sencilla razón, de que es increíble el número de mujeres Cristianas que se sienten insatisfechas con su relación matrimonial, mujeres que se sienten solas y otras muchas resentidas por no tener lo que soñaron. Pero ninguna de estas razones son suficientes frente a nuestro Dios, para que te alejes de Él o para Divorciarte, y más aún, puedo decir, que no son razones suficientes para aceptar Abuso de parte de tu esposo, sea este un respetado creyente o un inconverso.

1.     LA MUJER CRISTIANA, DEBE SER LA MUJER VALIENTE
                Es cierto que nuestra sociedad, mira en menos al sexo femenino y que es esta poca valoración lo que motivó hace décadas atrás al famoso y mal movimiento del Feminismo, para que seamos consideradas iguales a los hombres en estudios, trabajos, sueldos, garantías, etc.
            Pero tú hermana en Cristo, nunca debes olvidar, que nosotras no somos regidas por el Mundo y su sistema, por lo tanto el pensamiento Feminista de este siglo no debe ser el motor de  nuestra vida matrimonial, sino que SIEMPRE debemos recordar que somos Hijas de Dios y somos regidas por los sus mandatos y lo que es más, es que un día daremos cuenta de nuestro rol como Esposas ante Dios. 
Por medio de la Palabra de Dios, nos damos cuenta que a raíz del pecado que Eva cometió en el Huerto del Edén, hemos heredado el hecho de que nuestras vidas como esposas, pasan alrededor de nuestros esposos, ya que cocinamos para él, lavamos para él, planchamos para él, cuidamos de la limpieza del hogar para él, cuidamos de sus hijos por él y para él, etc. Porque en el Huerto del Edén Dios le dijo a Eva: “Tu Deseo será para tu Marido”.  Por lo que no nos debe extrañar ni menos molestar que Dios nos pida estar bajo nuestros esposos. Esto no quiere decir que Dios sea un “Machista” como algunas mujeres cristianas dicen, sino que quiere decir que Dios no desea que imitemos a Eva en el Huerto, ¿recuerdas lo que hizo?, tomó la decisión más importante de su vida, la de su esposo y de toda la humanidad,  “Comió del Fruto prohibido”, sin consultarlo con su esposo, a escondidas de él, a sabiendas del mandato de Dios, lo cual trajo como consecuencia el daño más grande jamás hecho a la humanidad y fue  el “Estar separado de Dios a causa del pecado”.   Dios sabe, mi querida hermana, lo difícil que es para nosotras no querer sobresalir en nuestra relación matrimonial, sabe que nos cuesta tomar nuestro lugar, es por eso que se requiere de mucha valentía el que tú y yo ocupemos el lugar que Dios nos pide en nuestro matrimonio, porque necesitamos de no solo de mucha valentía y  de fuerza; sino también de mucha lucha, de no tener temor a ocupar nuestro lugar, incluso de muchas lágrimas para someternos, porque sólo una Mujer Valiente, puede llegar a convertirse en una Esposa para la gloria de Dios.
“Mira que te mando que se esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo, en dondequiera que vayas” Josué 1:9
Con esta hermosa promesa de Dios, te animo a que te conviertas en la mujer Valiente que Él espera de ti.

2.       LA ESPOSA CREYENTE DEBE ESTAR DISPUESTA A CAMBIAR

Una de las cosas que como Creyentes tenemos que entender en toda área de nuestra vida, es  que si tú no cambias primero, jamás pero jamás podrás tener los cambios que deseas en tu esposo  ¿entiendes?  Este es uno de los errores más graves y dañinos que se ven en los matrimonios cristianos, en los cuales nosotras esperamos que nuestros esposos cambien, y la magia hará el resto en nuestra relación. ¡Gran Mentira!
A continuación describo algunos paradigmas o pensamientos más comunes y los enfrento a la luz de Cristo. Por favor antes de seguir, te pido que ores al Señor, para que sea Él quien te hable por medio de estas sencillas palabras.

·         “Mi Esposo Nunca va a Cambiar”:
De acuerdo a las Sagradas Escrituras, TODOS necesitamos cambiar, seamos cristianos o no. Es muy probable que tu esposo tenga actitudes incorrectas y esté fuera del orden de Dios si no le conoce como Señor, pero si quieres obtener cambios en él, TU, si tú mi apreciada hermana debes cambiar primero. ¿Cómo? Cada vez que te sientas decepcionada por tu esposo, DEBES orar por él, es decir, debes morder no sólo tu lengua, sino tus pensamientos y sentimientos y elevar una oración al Señor, para que en ese momento tu amor por él no cambie, sino que se mantenga. Orarás pidiendo al Señor que saque de ti, aquello que impide que tu esposo cambie, y no sólo lo debes pedir sino que lo debes entregar ¿queda claro?, porque es de mucho orgullo y egocentrista creer e intentar que tu esposo cambie sin cambiar tus malos hábitos conscientes o inconscientes.  Recuerda lo que nos dice Pablo: “Es necesario que Él crezca y yo mengüe” y esto se debe aplicar también en tu conducta como esposa cristiana. Deja de una vez el mal hábito de andar cambiando a las personas a tu alrededor, creyéndote perfecta, sin permitir con esta actitud que Dios te cambie.  No olvides que debes desarrollar los frutos del Espíritu nombrado en Efesios 5: Amor, Gozo, Paz, Paciencia, Benignidad, Bondad, Fe, Mansedumbre y  Templanza.  Esto es un mandato para ti primero y luego para los demás.

·         “Mi Esposo nunca será el Varón de Dios que necesito”:
Si es tu deseo y anhelo que tu esposo creyente sea un verdadero varón de Dios, debo decirte qué debes ser tú quien debe pasar más tiempo con Dios. Y esto no se consigue yendo a la iglesia toda la semana, orando en el auto mientras vas a dejar a los niños, escuchando alabanzas mientras haces tus tareas domésticas u orando con tus hijos. La forma más efectiva de lograr que tu esposo sirva a Dios, es teniendo tú misma una relación estrecha con Dios cada día, es decir, debes pasar más tiempo de rodillas de lo que te imaginas, entregando todo lo que obstruye el trabajo de Dios en ti, luchando por ser la hija de Dios que Él quiere que seas, desarrollando sus atributos en ti, porque solo de esta manera consigues mi amiga, mover el corazón de Dios.  Deberán poner en práctica TODO lo que Él te pida, 100%, no un 35 o 20 % en cada área de tu vida.  Porque si no haces esto, no podrás entonces exigirle a tu esposo que sea un varón de Dios, porque un hombre de Dios, necesita de una mujer de Dios que le acompañe.
Es posible que lograr esto se tarde más de lo esperado, quizás varios años, pero en el camino te encontrarás con una transformación de tu vida espiritual de tal magnitud, con la cual comprenderás que eso sí es lo más importante y cuando esto ocurra, entonces verás frutos.

·         “Mi Esposo nunca será capaz de Satisfacer Mis Necesidades”:
Debo decirte hermana querida, que para tu asombro y descontento, tu esposo no tiene por qué satisfacer tus necesidades, porque de acuerdo a la Escritura, Dios me dice que es Cristo quien  es el responsable de tu felicidad: “Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su Justicia y TODO lo demás os será añadido”, por lo tanto le estás exigiendo a tu esposo algo que JAMAS podrá darte, porque él no tiene esas facultades. 
Tal vez me dirás que Pablo le dice al esposo que él debe AMAR a su esposa y tratarla como a vaso frágil y ¡es verdad!, ese mandato, solo es dado a los hombres por la sencilla razón que nosotras amamos y necesitamos sentirnos amadas por naturaleza. Y es por esta naturaleza que somos blanco fácil para Satanás, pues nos hace creer que nuestros esposos no nos aman, ni merecemos su amor. Pensar de esta manera nos lleva a la depresión, soledad, tristeza e incluso a la amargura.  Pero debo decirte, que mientras no comprendas tu naturaleza como mujer  tan necesitada de afecto nunca serás capaz de curar esta enfermedad de sentirte desplazada o no valorada por tu esposo cuando no logras que él te ame como te gustaría.
Debes cambiar y modificar tu enfoque en cuanto a tus necesidades afectivas, recuerdas lo que Jesús les dijo a sus discípulos antes de subir al cielo: “os enviaré al Consolador” y esto quiere decir que el Espíritu Santo, el cual es el Consolador prometido, también tiene poder para cubrir aquellas áreas en las cuales tu esposo falla.  Jamás encontraremos en la Biblia que se nos diga que nuestro esposo sea el responsable de sanar nuestras heridas, nuestro dolor o sacarnos del pozo de la desesperación. ¡Sólo Cristo no hace plenas!.
Esta es la regla para la verdadera felicidad: Cada vez que te sientas sola, triste, decepcionada, no amada, vacía e incluso despreciada, es en esos mismos instantes o momentos en los cuales debes orar al Señor y decirle con toda confianza “Señor lléname tú, de la manera como mi esposo no me llena. Cambia Señor mi lamente en danza.  Satisface tú mi necesidad de ser amada y comprendida y por sobretodo Gracias, porque para ti soy la niña de tus ojos”.  Esto mi hermana, deberás hacerlo 2, 3, 10, 50 y hasta 1.000 veces al día si es necesario.
Lo importante es que aprendas a Depender de Dios, tu Señor y no de tu esposo.

·         Hubiera sido más Feliz si me hubiera casado con otra persona o me hubiese quedado sola
Este pensamiento apreciada amiga es totalmente FALSO, tu esposo no es responsable de tu felicidad, sino que la responsable de ello eres tú misma. Por lo tanto, si este es tu pensamiento debo decirte que la infelicidad que sientes la generas tú misma, viene de ti y de nadie más.
El apóstol Juan nos dice: “Él (Jesucristo) vino para darnos vida y para que la tengamos en abundancia”, por lo tanto, si tú verdaderamente eres una Hija de  Dios, que ha sido lavada por la sangre del Cordero, DEBES tener una VIDA ABUNDANTE  en lo espiritual. ¡Espera! Me dices que ¿No tienes esa vida abundante? ¡Eso está mal y muy mal!.  Porque puedo asegurarte que toda persona que ha entregado su vida a Cristo y sigue viviendo en tristezas, amarguras y dolores,  es simplemente porque hay dos posibles problemas en su vida espiritual:
1
  1.  No pasa un tiempo con Dios en oración y lectura bíblica como se debe o
  2.  Porque sigues pensando que eres víctima de los demás
Recuerda que Cristo se hizo Víctima por nosotros, para que nosotros tuviésemos vida y vida abundante en Él.  ¡Eso quiere Dios que tengas, Vida Abundante!
¿Cómo logro tener una vida abundante? Cuando llego a tener una relación estrecha con Cristo, pero ¿Cómo sé que tengo una relación con Cristo como debo tenerla?, tendrás esa hermosa relación con Dios, cuando seas completamente feliz y dichosa, independientemente de lo que tu esposo haga o deje de hacer. Y en la medida que sientas que todo lo que tu esposo te da, es totalmente adicional a la plenitud que el Espíritu Santo te da.


·         Mi Esposo o su Familia voluntaria o involuntariamente siempre me harán daño
¡Qué gran mentira has creído!, ¿sabes por qué?, porque la Biblia me dice que cuando tú aceptaste a Jesucristo como Salvador, no solo te pusiste en las manos de tu Salvador, sino que también Dios el Padre colocó sus manos sobre las de su Hijo, para protegerte, pues dice su Palabra que NADIE NI NADIE te podrá hacer daño.
Ahora, si por alguna razón estás sufriendo a causa de esto, es simplemente porque tú y nadie más que tú les has permitido que te hagan daño.
Debes aprender a ser Vencedora en Cristo, no a ser orgullosa o altanera en Cristo, sino a ser Vencedora y esto implica que no debes sentirte denigrada, despreciada o pisoteada por alguien, porque tú apreciada hermana, fuiste comprada a precio de sangre. Recuerda que el Ángel del Señor acampa a tu alrededor y te defiende, por lo tanto no DEBES aceptar el abuso ni de tu esposo ni el de nadie.


NOTA:
Si eres una cristiana que está pasando por episodios de violencia doméstica, sea tu esposo creyente o no, debes orar al Señor por esta situación, pero también debes actuar, para que Satanás no siga trabajando en oculto en tu hogar.
Lo primero que debes hacer es romper el silencio, por tu bienestar y el de tus hijos si los tienes. Debes acudir a tu Iglesia y compartir esta situación con tu Pastor o con algún Anciano si no tienes un Pastor tu congregación.  Debes buscar ayuda.  Rompe el Silencio, si no lo haces el círculo vicioso de violencia o de abusos NUNCA se romperá.
Si es necesario denunciar la situación a las autoridades competentes, debes hacerlo. Pide a alguna persona de tu confianza que te acompañe para hacer esto.  Lo más normal es buscar instituciones gubernamentales para denunciar violencia doméstica, porque la situación es que si tú no la denuncias, los abusos continuarán. Porque debes recordar hermana, que el consejo y la advertencia a veces no basta para detener a una persona violenta.       Normalmente este tipo de personas debe entrar en un programa de rehabilitación.
            Debes compartir tu situación de abuso con personas de confianzas, lideres maduros, debes sacar el dolor que llevas dentro.  Esto incluye si has sufrido tú o tus hijos violaciones o si hay vicios horrendos en tu hogar, aunque te parezcan vergonzosos, comparte, no lo guardes más, porque con tanto dolor dentro de ti el Espíritu Santo no podrá fluir en tu vida. No importa si tu esposo es una persona cristiana, con mayor razón debes hacer la denuncia. Tu cuerpo es Templo del Espíritu Santo y deberás dar cuenta de tu actuar en este asunto delante del Señor y no aprobará que hayas guardado silencio en este punto.

3.      LA ESPOSA CREYENTE DEBE PRACTICAR LA SUJECION
La Palabra de Dios nos enseña en 1 Pedro 3:1 que las esposas creyentes debemos sujetarnos a nuestros maridos, tal como lo hacía Sara con Abraham. Porque de esta manera, los esposos que no creen, serán ganados para Dios por la conducta de la esposa.
Creo que no hay mucho que decir al respecto en cuanto a la voluntad de Dios para con nosotras las esposas. Él desea que le demos a nuestros maridos el lugar que le corresponde en el hogar y si tú haces esto, te has ganado el favor de Dios y su bendición para tu vida y tú hogar..  Recordemos lo que Pablo nos dice en 1 Corintios 11 : que el Varón es la Cabeza  y  es representante de Cristo tanto en la Iglesia y en el hogar (en el caso de los varones creyentes), por lo tanto, cuando tú y yo le faltamos el respeto a nuestros esposos, o les gritamos y más aún les lanzamos objetos, esto mis queridas hermanas lo hacemos a Cristo y no a nuestros esposos ¿Me comprenden?
Hay una única excusa que tenemos para no sujetarnos a nuestros maridos y para no obedecerles, y  es cuando tu esposo te pida que hagas algo que está fuera de la voluntad de Dios. Por ejemplo: Que al comprar en el Supermercado, te pida robar, o que mientas por él al contestar el teléfono, etc.
Ahora, si tu esposo no es convertido, tu deber como Hija de Dios, es atraerlo a Cristo para que sea una nueva criatura en Él.  Por lo tanto, tu conducta como esposa debe ser casta y respetuosa. Deberás obedecerle en todo lo que sea correcto, pero en caso que te pida hacer algo o decir algo que es faltar al Dios que tú sirves, entonces deberás ser valiente y negarte ante aquella petición. Recuerdo el caso de una hermana cuyo esposo no conocía al Señor.  Ella iba a todas las reuniones, pero poco compartía con los hermanos para no descuidar a su esposo. Un día, aquel esposo que era alcohólico, se molestó con ella, porque cuando llegó a casa, su mujer no estaba, ya que ella estaba en casa de una de sus hijas que estaba enferma.  Por lo tanto, ustedes podrán imaginar el enojo y furia que tenía este hombre, por esta ausencia de su esposa.  Cuando esta hermana llegó, lo primero que hizo él, fue encararle que como se imaginaba dejar la casa abandonada y no atenderlo como debía, sino que prefería ir a atender a su hija. Ella callaba, le escuchaba atentamente, sin ira ni enojo, solo oraba mientras su esposo hablaba y hablaba…..Está de más decir que la pobre recibió más de un insulto, pero ella oraba con más fuerza.  De pronto el esposo le dice: “¡Desde ahora te queda prohibido salir de la casa!. ¡No visitarás a nuestra hija ni tampoco irás a la Iglesia.  Te quedarás en casa para siempre!”.  Ella entonces, valientemente  alzó la voz y le dijo: “Si me pides que no visites a nuestra hija, está bien, si no quieres que salga a comprar, lo acepto, pero hay una cosa que no me puedes prohibir y esa es que yo vaya a la casa del Señor, porque es gracias al Señor y a la comunión de mis hermanos que yo saco la fortaleza para estar en este hogar y comportarme como Dios me manda.  Te guste o no, JAMAS dejaré de ir a la Casa de mis Señor”, ante tal convicción, el esposo no dijo nada. La discusión acabó.  Esta hermana acató todo lo que el esposo injustamente le puso, pero a la hora de ir a la Iglesia, se arregló y se despidió de él.  Este esposo no se opuso. Y fue gracias a este actuar, que años más tarde este esposo llegó a los pies de Jesucristo.  Este esposo siempre dice, que si no fuera por la obediencia de su esposa a Dios, jamás habría conocido el amor de Dios.  ¡Qué ejemplo de valentía en esta mujer digna de imitar! Es así como Dios quiere que actúes con tu esposo.
Repasa conmigo lo que dice 1 Samuel 15:22 “Ciertamente el OBEDECER es mejor que los sacrificios”. La obediencia SIEMPRE trae bendición.
Sé que hay muchas decisiones o solicitudes que nuestros esposos nos hacen, no estarás de acuerdo con él.  Pero esto no te da derecho a no respetarle o no sujetarte. Puedes  y debes buscar la manera de decirle que no estás de acuerdo en este punto o en aquello, pero todo de manera SABIA.  Pero si tu esposo insiste en ello, entonces te aconsejo que se lo dejes al Señor, y mientras esperas a que Dios haga la obra,  tú has la parte que te corresponde: ¡Sujétate a tu esposo! Porque si haces lo que a ti te parece o te acomoda, estarás provocando a Dios, o sea, el Señor no respaldará tus actos y como consecuencia no tendrás buenos frutos. Como Siervas de Dios, debemos agradar a nuestro Señor en TODO lo que hacemos, incluso siendo esposas.
Aprovecho de aclarar que por ningún motivo, las cristianas debemos caer ni permitir vivir en la CODEPENDENCIA, es decir, obtener del otro lo que a ti te hace falta. Es por esto que lo mencioné como Nota, el no permitir que tu esposo te agreda ni física ni verbalmente. Nadie está por encima de tu integridad física y/o moral. Si por alguna razón has permitido esto, te insto hermana a clamar a Dios por un milagro y a actuar haciéndote valer como persona.

4.    LA ESPOSA CRISTIANA DEBE DEPENDER EXCLUSIVAMENTE DE DIOS
Al decir que nosotras debemos depender de Dios, no quiere decir que no dependamos de nuestros esposos en lo referente a nuestro rol como esposas. Sino al decir esto, me refiero a que como esposas cristianas, lo que debemos aprender para tener éxito en nuestro matrimonio, es que separada de nuestro Señor y Salvador JAMAS podremos tener algo. Por mucho que nos esforcemos, y luchemos, sin tener al Señor Jesús como tu aliado todo será derrota.
La lección más grande que he aprendido como esposa, durante estos 20 años, es que mientras tú no le des al Señor el tiempo que Él merece, es decir, no le entregas las primeras horas del día, todo será un fracaso, aunque intentes todo lo imaginable para tener un buen matrimonio, tus esfuerzos serán en vano, porque recuerda que primeramente te debes a tu Señor y luego a tu marido, para finalmente te debes a tus hijos.  Si inviertes este orden divino, sólo acarreas dolor a tu familia y para ti.
Debes entender y comprender que la dependencia de Dios es en TODAS LAS AREAS DE TU VIDA, es lo UNICO que traerá victoria a tu vida. No puede ser de otra forma, pues así lo enseña la Biblia: “Busca primeramente el Reino de Dios y su Justicia y TODO lo demás os será añadido”.
Vuelvo a reiterarte, que si tú dependes completamente de Dios, entonces tendrás el todo de tu vida.  Y es más, cuando una esposa aprende a depender de Dios, ¿sabes lo que ocurre en su vida?, pues ella recibe VICTORIA, porque sus batallas, no las pelea ella, sino que es Dios quien las pelea por ella..
Sólo de esta manera lograrás que tu esposo cambie, cuando le entregas el mando de tu vida como esposa y compañera al Señor.
Así que ya lo sabes, si quieres tener respaldo de Dios en todo lo que hagas, entonces debes darle a Dios todo lo que Él merece.  Deberás darte tiempo para estar en comunión con Él día a día, tendrás que pasar muchas horas orando y suplicando, porque si no le das al Señor tiempo en tu vida, entonces no debes esperar que Dios obre milagros en tu matrimonio.

5.       LA ESPOSA CRISTIANA  Y EL PERDON
Cuando los discípulos le dijeron: Señor, enséñanos a orar. Jesús les dio la oración modelo que encontramos en Lucas 11: 1 al 4, más conocida como la Oración del Padre Nuestro. Cabe señalar que dentro de esta hermosa oración hay una frase que quiero destacar y es:
“Y perdónanos nuestros pecados, porque nosotros también perdonamos a todos a todos los que nos deben”
No sé si antes te habías fijado en estas palabras, pero Jesucristo fue muy claro al decirnos que si nosotros no perdonamos a nuestros semejantes, sean estos esposos, hijos, padres, etc, Él como Dios Supremo, tampoco nos perdonará nuestras faltas. ¿Entiendes ahora, por qué es tan importante el perdón en la vida de una mujer y esposa cristiana? Si no perdonas a tu esposo el Señor no te podrá perdonar a ti.
También Jesús les dijo a sus discípulos que teníamos que perdonar 70 veces 7 a nuestro hermano o prójimo. Por lo tanto, tú esposa cristiana, debes perdonar durante las 24 horas del día a tu esposo y es más, Pablo nos dice que no se puede poner el sol sobre nuestro enojo, o sea que no te debes ir a dormir sin haber perdonado a tu esposo ¿Por qué esta ordenanza? Porque es muy fácil para el ser humano ir desarrollando raíces de amargura por no saber ni querer perdonar a nuestros esposos y esto te conducirá lentamente a una muerte espiritual que se manifestará en tu estado de salud, ya que las enfermedades físicas tienen como causa una enfermedad espiritual.  Y es más ¿sabías que los quistes mamarios que tantas mujeres sufren hoy en día, tienen su origen en el RENCOR hacia sus esposos?.  Por lo tanto, si quieres no solo tener un buen matrimonio, sino que además tener buena salud, entonces debes perdonar y perdonar las veces que sea necesario.
Jamás debes olvidar que el perdón es una acción voluntaria del hombre y cuando decides perdonar a alguien, significa que lo liberas de la culpa y de la consecuencia de su acto. No lo debes recordar, porque eso significa PERDONAR.
El perdón debe ser una acción continua en tu vida, porque de esta manera lograrás tener libertad en Cristo, en cambio la falta de perdón es una puerta abierta a que Satanás controle tu vida y te lleve incluso a sufrir de trastornos de bipolaridad, esquizofrenia y otras alteraciones similares.
Si decides vivir perdonando no sólo a tu esposo, sino a ti misma en primer lugar, entonces estarás poniendo en práctica la capacidad que Dios te dio al momento de tu conversión, pues así como Él te perdonó todos tus pecados, ahora tú puedes perdonar a tus semejantes.
Decide vivir una vida Feliz junto a tu esposo, perdona y agradece en TODO, porque viviendo de esta manera le estarás dando la Gloria que Merece.
“Porque el amor cubrirá multitudes de faltas” nos dice la Palabra del Señor, y para poder cubrir las faltas, se debe perdonar. No olvides que Amar es Perdonar.

6.       LA ESPOSA CRISTIANA Y EL JUZGAR A TU PROJIMO
Cuando la esposa cristiana decide amar a su esposo tal y como es, amándolo con un corazón misericordioso, tal como Cristo te ama a ti, es la única manera de amar sin prejuicios y sin buscar lo tuyo, por lo tanto si amas de esta manera entonces no tendrás el mal hábito de juzgar a tu esposo.
La Escritura es bastante clara en cuanto al juzgar a los demás, ya que nos dice que con la misma vara con que juzgamos a nuestros semejantes seremos juzgados por Él. Por lo tanto mi apreciada hermana, no debes juzgar a tu esposo, si no deseas acarrear condenación a ti misma.
Puedo entender, que muchas veces te sentirás molesta con tu esposo, por su actuar o no actuar referente a algo, y en otras oportunidades te sentirás frustrada por no ver los resultados que deseabas en él.  Pero esto no debe ser motivo para que le juzgues y le critiques por ello.  Sino que lo que tú debes hacer es orar al Señor para que haga su obra en él.
En los puntos anteriores te he dado las herramientas para que recurras y dependas de Dios en tu relación matrimonial. No debes dejar de orar por tu esposo, independiente si es varón perfecto delante de Dios, o aún es un no creyente.  No importa que no veas lo que tú quieres en él, tú debes entender que el Señor no te ha dado ni a ti ni a mí, el derecho ni la facultad de juzgar los actos, deseos o pensamientos de nuestros cónyuges, sino que el Señor nos ha puesto como esposas para que con nuestro conducir, podamos traer victoria a nuestros matrimonios y hogares, porque sólo de esta forma estaremos dando la Honra que Dios merece de nosotros.
Sé que no es fácil mirar a nuestros maridos con ojos espirituales cuando estamos molestas, enojadas o ellos no han sabido conducirse como nosotras quisiéramos, pero es en esos momentos cuando tenemos que amarlos más que antes, orando para que el Señor quite de nosotros toda amargura y rabia. Y transforme este mal actuar en amor práctico y efectivo, capaz  de cubrir las multitudes de faltas que pudieran tener nuestros maridos.
Y sobre todo a aquellas hermanas que están casadas con esposos no creyentes, no debe haber en sus corazones, ni boca “Juicio” para sus maridos, sino que debe primar en ellas el amor misericordioso de Dios, teniendo compasión por esa alma sin Cristo, empobrecida espiritualmente, la cual es incapaz de hacer algo bueno, porque en el pecador no hay NADA BUENO.  Es en estas situaciones donde ustedes hermanas queridas, deben triunfar, mirando a sus esposos con los ojos espirituales de Cristo.  En ustedes se debe cumplir: Amarlos como Dios los ama, Sentir por ello lo que Dios siente, Mirarlos a través de los ojos de Dios.  Sé que el reto en esto es grande, pero si practican diariamente y piden la ayuda de Dios en ello, podrán ver cambios maravillosos e inclusos milagrosos.
Para el resto de nosotras que tenemos la fortuna de tener esposos cristianos, no tenemos derecho de actuar de inferior manera que nuestras hermanas mencionadas anteriormente, al contrario, nosotras debemos tratar a nuestros esposos de la misma manera que la Sunamita: No debemos olvidar que delante de los ojos del Señor, ellos son varones de Dios, perfectos y sin mancha, por lo tanto el trato que le das a tu esposo cuenta para  el Tribunal de Cristo en el cielo y para la relación matrimonial en esta tierra.  No debes juzgarlo, sino que debes amarlo y ayudarlo a ser cada día más consagrado a Cristo.

7.       EL REFUGIO DE LA CRISTIANA DEBE SER CRISTO Y NO SUS HIJOS
Otro de los puntos en los cuales fallamos como esposas y mujeres cristianas, es que consideramos más importante nuestros hijos que nuestros esposos, por la sencilla razón que ellos salieron de nosotras.
Lamento comunicarte que el propósito de Dios para el matrimonio no es la procreación, sino que el matrimonio es la figura carnal de la unión espiritual de Cristo y la Iglesia.  Además Dios instauró el Matrimonio en el Edén, por la sencilla razón de que no es bueno que el hombre esté solo.  Todo ser humano necesita de un compañero(a) que nos ame, nos sustente, pero por sobre todo que sea capaz de poner la necesidad del cónyuge antes que la suya propia.
Así como en lo espiritual, la cristiana está unida a Cristo, pues bien en el matrimonio la esposa debe estar unida a su esposo.  Por ningún motivo debe estar unida a sus hijos.
Cuando una mujer cristiana ve que su relación matrimonial no es lo que ella esperaba, es obvio que esto se debe a que su relación con Dios es casi nula. Que ella no le ha entregado su necesidad al Señor y menos estará dependiendo de Él dentro de su matrimonio. 
Así que no nos debe extrañar que cuando una cristiana se siente sola, pese a tener un marido, la veamos volcar toda su necesidad hacia los hijos.  Es triste ver, como una cristiana puede tener a sus hijos como su refugio y no al Señor, pues Él  ha prometido ser nuestro Amparo y Refugio en los tiempos difíciles.
Cuando una mujer cristiana se aboca a sus hijos, esta dedicación exclusiva a ellos le traerá distracción suficiente al dolor que está experimentando y es muy probable que incluso le absorban toda la energía de la mujer hasta que ellos se casan o se van de la casa.  Luego el refugio serán los nietos y cualquier otra situación que le sirva para escapar, pero saben, siempre estas esposas se sentirán SOLA y sin que ella se lo proponga, trasmitirá a sus hijos su “frustración”.
Cuando tú mujer cristiana dices: “Primero son mis hijos”, debo decirte que nuevamente has caído ante una gran mentira de Satanás, para destruir tu vida y tu hogar. ¿Sabes por qué?, porque CRISTO debe ser LO PRIMERO EN TU VIDA
Hermana, tú debes luchar para que tu matrimonio sea CRISTOCENTRICA, sea una relación sana y llena de amor ágape. 
Si logras tener un matrimonio Cristocéntrico, te aseguro que esto generará un hogar lleno de paz, y esto les dará a ustedes como padres las mejores armas para estar junto a sus hijos por sendas de justicia, y con buena autoestima.
Si como madre deseas darle lo mejor a tus hijos, entonces debes Amar al Señor por Sobre todas las cosas.


CONCLUSION
         He de esperar que este sencillo estudio, te ayude a ser una mejor cristiana y por sobre todo  una mejor esposa, para que seas de bendición no sólo a tu esposo, sino a tus hijos también.
            Al terminar, lo hago con las siguientes conclusiones:
·         Si piensas que la felicidad no se hizo para ti, no has conocido a Dios
·         Si te sientes vacía es porque no te has llenado de Dios
·         Si te sientes sola, es porque no estás viviendo la Palabra
·         Si piensas que tu vida no tiene remedio, es porque no le has creído Dios.
·         Si tu vida está en derrota, es porque no te has crucificado juntamente con Cristo
·         Si no sabes cómo actuar, es porque no conoces la Palabra de Dios
·         Si tu vida es mediocre y sin metas, es porque no has recibido las Promesas de Dios
·         Si no tienes ganas de vivir, muere a ti misma y vive la vida que Dios te ofrece
·         Si crees que todo está bien en tu vida y no necesitas cambiar, arrepiéntete y busca la dirección de Dios.

¡Qué la Gloria y la Honra, sea sólo para Dios!



Sierva del Altísimo