lunes, 26 de agosto de 2013

Amar de hecho

1 Juan 3:17-18

Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

Nuestro Dios nos manda a amar con acciones, no sólo de palabra. En una relación amorosa humana, si no hay amor tangible se marchita esa relación y muere.

Quizás me puedas decir: Yo siempre demuestro el amor con hechos, pero siempre me toca dar el primer paso a mí, o quizás digas: soy el único que lo hace y esos a veces cansa. Dios nos dice:

Gálatas 6:9-10

No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

¿Cuándo fue la última vez que visitaste a un hermano(a) enferma de tu congregación? ¿Cuándo fue la última vez que le hiciste el bien a un hermano(a)?

Cuando estemos en el cielo con el Señor y Él nos llame para rendir cuenta por nuestras acciones acá en la Tierra nos dirá:

S. Mateo 25:34-40

Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Como sus hijos debemos buscar seguir el ejemplo de nuestro Salvador Jesús y de Dios en general, ya que, Él nos demostró su amor con hechos:

S.Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Este verso no dice: Porque Dios amó tanto al mundo que les dijo: Yo los amo de verdad, así que desde el Cielo siempre los amaré y eso no cambiará ¡NO DICE ESO! Dice que el mismo Dios se hizo carne por amor de sus criaturas y pagó por ellos el precio de su salvación:

2 Corintios 5:19

que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

Dios nos enseña en su palabra que la bondad hecha a cualquier necesitado se devuelve:

Proverbios 19:17

A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.

Hebreos 6:10

Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.

S. Mateo 10:42

Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.

Lo que recibamos de recompensa en el Cielo, será de acuerdo a cuán arduamente trabajamos:

2 Corintios 9:6

Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

Ahora bien, el mayor amor que podemos mostrarle a otro es cumplir la voluntad del Señor:

S. Marcos 16:15

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

¿Qué busca Dios de nosotros? ¡¡¡OBEDIENCIA!!!

1 Samuel 15:22

Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

¿Para qué quiere Dios que obedescamos?

Deuteronomio 5:29

¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!

Hermanos, sigamos el ejemplo de nuestro Señor Jesús amando de hecho y no sólo de palabra.

S. Lucas 12:37

Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.

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