1 Samuel 7:1-2
Vinieron los de Quiriat-jearim y llevaron el arca de Jehová, y la pusieron en casa de Abinadab, situada en el collado; y santificaron a Eleazar su hijo para que guardase el arca de Jehová. Desde el día que llegó el arca a Quiriat-jearim pasaron muchos días, veinte años; y toda la casa de Israel lamentaba en pos de Jehová.
Samuel fue el último juez de Israel, además de profeta. Y en la época de los jueces cada quien hacía lo que bien les parecía:
Jueces 21:25
En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.
Luego de que el arca de Jehová fue devuelta por los Filisteos, tras 7 meses de castigos de parte de Dios, los Israelitas no la llevaron al tabernáculo, el cual mandó hacer Dios con sus especificaciones; en vez de ello, no hallaron nada mejor que dejarla en casa de Abinadab. Y fue David el que usó Dios para devolver el arca dónde pertenecía, pero lo hizo mal, pues lo hizo del mismo modo que los filisteos:
Filisteos:
1 Samuel 6:7-8
Haced, pues, ahora un carro nuevo, y tomad luego dos vacas que críen, a las cuales no haya sido puesto yugo, y uncid las vacas al carro, y haced volver sus becerros de detrás de ellas a casa. Tomaréis luego el arca de Jehová, y la pondréis sobre el carro, y las joyas de oro que le habéis de pagar en ofrenda por la culpa, las pondréis en una caja al lado de ella; y la dejaréis que se vaya.
David:
2 Samuel 6:2-3
Y se levantó David y partió de Baala de Judá con todo el pueblo que tenía consigo, para hacer pasar de allí el arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los ejércitos, que mora entre los querubines. Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en el collado; y Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.
Como creyentes podemos estar llenos de anhelos y sinceros deseos de servir a nuestro Dios, dándole la honra que se merece, pero no lo hacemos de la forma que Él indicó, sino que lo hacemos igual que el mundo. Obviamente hacer la cosas mal para Dios pueden traer consecuencias fatales, incluso para otros ¿Por qué es esto? Porque si no escudriñamos la escritura no podremos saber nunca qué es lo que Dios espera de mí.
1 Samuel 7:3-4
Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros, y preparad vuestro corazón a Jehová, y sólo a él servid, y os librará de la mano de los filisteos. Entonces los hijos de Israel quitaron a los baales y a Astarot, y sirvieron sólo a Jehová.
Cuando nosotros dejamos de lado las cosas de este mundo comenzamos a recuperar el terreno que Satanás nos había ganado:
1 Samuel 7:14
Y fueron restituidas a los hijos de Israel las ciudades que los filisteos habían tomado a los israelitas, desde Ecrón hasta Gat; e Israel libró su territorio de mano de los filisteos. Y hubo paz entre Israel y el amorreo.
Pero no basta con llevar una vida limpia delante de Dios, ya que, podemos cometer errores como el de David al transportar el arca de Jehová, porque David quería complacer a Dios de todo corazón, pero no investigó en las escrituras quién y cómo transportar el arca. Hay que tener un corazón dispuesto, dejar los ídolos y todo lo que nos obstruye nuestra carrera cristiana y escudriñar las escrituras para saber cómo hacer las cosas del modo que agradan a Dios.
S.Juan 5:39
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
Luego que recibimos las consecuencias de nuestro hacer incorrecto tendemos a culpar a Dios y preguntarnos ¿Por qué Señor, si lo hice por ti? No culpemos a Dios por nuestros errores, mejor busquemos en su palabra cómo hacer las cosas de modo que le agrademos a Él y no a nosotros mismos.
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