lunes, 29 de julio de 2013

La armadura de Dios 1

Efesios 6:10-11

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

Como creyentes tenemos el deber de vestirnos diariamente con la armadura de Dios, para así resistir los ataques de nuestro enemigo ¿Por qué? Porque estamos en guerra. Cuando somos liberados de la muerte por Cristo nos constituimos en enemigos de Satanás y nuestro adversario quiere vernos derrotados cada día.

Efesios 6:13

Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

Ahora veamos un poco la armadura:

Efesios 6:14

Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,

1.- La palabra ceñir significa que yo uso algo muy ajustado, muy pegado a la piel. Pero ¿Qué es la verdad?

S.Juan 14:6

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

O sea Dios debe estar tan pegado a nosotros que parezca parte nuestra. Los lomos es dónde cargamos todo el peso, entonces la verdad de Cristo debe ser el soporte de nuestra fuerza, debe ser el lugar dónde ponemos nuestras cargas.

Salmos 55:22

Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.

2.- "Vestidos con la coraza de justicia."

En la época que se usaba armaduras la coraza era lo que cubría el pecho, lo que protegía el corazón. Entonces tu corazón debe estar protegida por la justicia. No la humana, sino la de Dios.

Salmos 7:11

Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días.

Dios es el único justo, por ende de Él proviene toda la justicia. En otras palabras Dios debe habitar y proteger tu corazón con su justicia; así hablarás justicia:

S. Lucas 6:45

El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Dios nos pide, no sólo que hablemos justicia, sino que la hagamos:

Miqueas 6:8

Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.

Continuará...

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