Hechos 9:15-16
El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.
Cuando eres usado por Dios, independiente de si padeces sirviéndole, existe gozo en el corazón del creyente que se deja usar.
Hechos 5:41-42
Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.
Si eres usado por el mundo te sientes traicionado, vació, triste y muchas veces como estúpido. ¡Qué diferencia es experimentar el gozo de ser usados por Dios para su obra! Pero ¿Cuál es el problema? Es que nosotros tenemos que tener el corazón dispuesto para dejarnos usar por Dios y ser como Jonás:
Jonás 1:1-3
Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.
Dios te usa sin importar quién seas; si miras su palabra verás a quiénes usó Dios: David y Amós eran pastores, Isaías era hombre de labios inmundos, Pedro y Juan eran pescadores, Mateo era recaudador de impuestos, etc. No tienes que ser un gran predicador o un elocuente escritor o saberte la Biblia de tapa a tapa, lo que Dios quiere de ti es la disposición de tu corazón para servirle. Y esto guarda mucha relación con el ser moldeado por Dios.
Jeremías 18:4, 6
Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
Así que hermanos dejemos a Cristo actuar en nuestras vidas para ser usados por Él en su obra acá en la tierra, dejando que Él nos moldee a su voluntad y no a la nuestra.
Deuteronomio 10:12-13
Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?
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