Hebreos 12:6
Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
Un padre ¿Disciplina al hijo obediente o al desobediente? Es obvio que al que no le obedece. En la vida cristiana tenemos dos opciones de actuar:
1.- Obedecemos a nuestro Padre Dios como hijos obedientes para recibir el bien:
Deuteronomio 5:29
¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!
Hebreos 12:9
... ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
2.- Ser tercos y no obedecer su voluntad, y por ende sufrir la disciplina de Dios:
Hebreos 12:25, 29
Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. porque nuestro Dios es fuego consumidor.
Hebreos 10:31
¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
Pero Dios nos disciplina porque nos ama, porque quiere lo mejor para nosotros:
Hebreos 12:11
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Pero Dios no dice:
Romanos 8:28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Entonces, como dije antes, tenemos dos opciones: Obedecer y recibir el bien de Dios o Desobedecer y recibir el castigo para entender cuál sea la voluntad de Dios.
Romanos 12:2
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Así que hermano(a) ¿Qué prefieres, el bien o la disciplina de Dios?
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