Miqueas 6:6-8
¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Sacrificio: Acto de abnegación inspirado por la vehemencia del amor (Diccionario RAE). El sacrificio es algo que nos cuesta, ya sea tiempo, dinero, negarse a uno mismo o a la familia, etc. Pero ¿Qué sacrificas tú para Dios hermano(a)? ¿Haces sacrificios diarios a Dios? ¿Haces siquiera algún sacrificio para Dios en tu vida? Su palabra nos dice:
Romanos 12:1
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
El Señor no dijo en vano:
S. Lucas 9:23
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
La vida que tenemos no nos pertenece, todo cuanto somos y tenemos le pertenece al Señor; desde antes de creer en Él ya le pertenecíamos, pero estando lejos de su presencia no lo sabíamos a ciencia cierta. Pero ahora, habiendo sido hechos hijos de Dios por su infinita gracia, ofrezcamos sacrificios agradables del Dios tres veces Santo. Su palabra dice:
Romanos 11:35-36
¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Amados hermanos, no le neguemos a nuestro Todopoderoso Dios lo que le pertenece. Hagamos sacrificios de obediencia, dedicando nuestras vidas a Él. Dejemos los rudimentos de la carne, vivamos para Cristo y no para nosotros. Obedezcamos su palabra santa negándonos diariamente. Trabajando por y para Cristo, ofreciendo sacrificios diarios que sean de olor fragante a los ojos del Dios Altísimo, Rey de reyes y Señor de Señores.
Hebreos 13:15-16
Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario